La Organización Mundial de la Salud (OMS) y los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de los Estados Unidos (CDC), estimó que en 2018 más de 140.000 personas murieron de sarampión en todo el mundo. En 2019 hasta mediados de noviembre, se habían notificado ya más de 413.000 casos de brotes en todo el mundo.
Según el comunicado de prensa, las estimaciones se obtuvieron a partir de un modelo estadístico realizado por la OMS, donde indica que en 2018 hubo un estimado de 9.769.400 casos de sarampión y 142.300 defunciones conexas, una cifra cuatro veces menor frente a los 28.219.100 casos y 535.600 muertes que se registraron en 2000.
En 2017 se estima que hubo 7.585.900 casos y 124.000 defunciones, un 15% más y en su mayoría son niños.
El reporte hizo énfasis también en la importancia de la inmunización contra el sarampión, la cual salvó más de 23 millones de vidas en los últimos 18 años y se puede prevenir con vacunación.
La OMS y el UNICEF calculan que, en 2018, un 86% de los niños en el mundo recibieron la primera dosis de la vacuna en el marco de los programas de vacunación sistemática de sus países, y menos del 70 % recibieron la segunda dosis recomendada.
La cobertura vacunal contra el sarampión no es suficiente para prevenir brotes epidémicos y la OMS recomienda que en todos los países y comunidades se registre un 95 % de vacunación con doble dosis contra el sarampión.
En 2018, los países que registraron la mayor tasa de incidencia de la enfermedad, fueron Liberia, Madagascar, la República Democrática del Congo, Somalia y Ucrania. En esos cinco países se concentraron casi la mitad de todos los casos de sarampión del mundo.
No obstante, la enfermedad resurgió en Estados Unidos, Albania, República Checa, Grecia y Reino Unido para convertirse en un problema preocupante de salud pública.
La eliminación del sarampión se define como la ausencia de transmisión de virus del sarampión endémico en una región u otra zona geográfica definida durante más de 12 meses. En ese sentido, se considera que un país ya no está libre de sarampión si el virus regresa y se transmite constantemente durante más de un año.
En 2018 se notificaron 353.236 casos a la OMS. Para mediados de noviembre de 2019, se habían notificado ya más de 413.000 casos mundiales, junto con 250,000 casos adicionales en la República Democrática del Congo (según la información de su sistema nacional); la cifra total de casos es tres veces superior a la registrada el año pasado en estas fechas.
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