Santo Domingo.- Uno de los artículos de higiene personal más común en nuestro dormitorio o baño es el desodorante, que se aplica principalmente en las axilas y los pies para reducir el olor de la transpiración y mantenernos frescos. Sin embargo, los productos que usamos en nuestra rutina diaria podrían estar cambiando la calidad del aire del hogar.
Los productos de higiene personal, incluidos desodorantes en roll-on, lociones para manos, aerosoles corporales, perfumes y champús en aerosol, contienen una amalgama de más de 200 compuestos orgánicos volátiles (COV), que luego reaccionan con el ozono en el aire para formar otras sustancias químicas potencialmente peligrosas, según un nuevo artículo en la revista Environmental Science & Technology Letters.
Los investigadores dicen que estos químicos recién formados podrían ingresar a nuestros pulmones diariamente y podrían tener efectos desconocidos en nuestra salud respiratoria.
Y agregó al tema: “En mi opinión todavía no comprendemos del todo los efectos de estos contaminantes sobre la salud, pero pueden ser más nocivos de lo que creemos, sobre todo porque se aplican cerca de nuestra zona de respiración. Este es un ámbito en el que se necesitan nuevos estudios toxicológicos”.
Las partículas en el desodorante
Los productos de cuidado personal (PCP) contienen un gran cóctel de COV, incluidos monoterpenos, acetaldehído, siloxanos, alcoholes y alcanos. Por lo anterior, el uso de productos de cuidado personal en espacios interiores representa una fuente potencialmente importante de exposición humana a COV.
“El uso de PCP puede dar lugar a episodios de fuertes emisiones, haciendo que los niveles de COV en espacios interiores alcancen uno o dos órdenes de magnitud superiores a los encontrados en espacios exteriores”, escribieron los investigadores en el artículo.
En contexto, los monoterpenos reaccionan con el ozono en su interior, formando aerosoles orgánicos secundarios (AOS). Los investigadores apuntaron al respecto: “El uso de PCP perfumados en interiores también puede provocar la formación de partículas de manera similar”.
Los científicos analizaron cuántos COV liberaban estos productos de cuidado personal en un ambiente interior y luego analizaron qué sucedía cuando introducían ozono. El ozono puede entrar en las casas a través de las ventanas abiertas y también puede generarse mediante impresoras láser e impresoras 3D.
“Vamos a tener que reducir nuestra dependencia de estos productos”
“Al utilizar los productos de cuidado personal, como el desodorante, en presencia de ozono en interiores, estos COV reactivos experimentaron reacciones de oxidación para formar una variedad de vapores oxidados en fase gaseosa y dieron lugar a rápidos eventos de formación de nuevas partículas (NPF) con tasas de crecimiento de partículas hasta diez veces superiores a los eventos de NPF atmosféricos en exteriores”, señalaron los investigadores.
Los investigadores afirmaron que debemos encontrar una manera de reducir esta reacción entre estos COV y el ozono mejorando la ventilación y reduciendo el uso de estos productos de cuidado personal.
“Sé que es difícil escuchar esto, pero vamos a tener que reducir nuestra dependencia de estos productos o, si es posible, remplazarlos con alternativas más naturales que contengan compuestos aromáticos con baja reactividad química. Otra medida útil sería crear conciencia sobre estos problemas entre los profesionales médicos y el personal que trabaja con grupos vulnerables, como los niños y los ancianos”.