Santiago
.- La entidad fijó posición por el brote de tuberculosis detectado en el hospital José María Cabra y lo hace sugiriendo medidas para evitar que se expanda el mismo en el centro hospitalario.
La Sociedad Dominicana de Neumología y Cirugía del Torax recomendó solo internar los pacientes críticamente enfermos, mantener por poco tiempo estos pacientes en salas de urgencia y salas de espera, hacer el diagnostico temprano para iniciar el tratamiento sin pérdida de tiempo.
En un documento firmado por su presidenta, la doctora Rosanna Pérez, dice que estas condiciones son importantes para la reducción de la trasmisión nosocomial, dice.
Otras medidas son buena ventilación, las habitaciones deben tener recambio de aire necesario para que la bacteria permanezca circulando el menor tiempo posible. Iluminación adecuada, recomendándose la luz ultravioleta en su defecto que entre luz solar y tener pocos pacientes por habitación.
Agrega que para mayor control y seguimiento de nuevos casos debe realizarse prueba de tuberculina (PPD) y radiografía de tórax a toda persona que ingrese a trabajar en un centro de salud, con seguimiento anual.
Les dejamos el comunicado enviado a Resumen de Salud por esa Sociedad:
En vista de la problemática surgida en la ciudad de Santiago de Los Caballeros a consecuencia de casos de tuberculosis pulmonar en el personal del Hospital José María Cabral y Báez, la Sociedad Dominicana de Neumología y Cirugía del Tórax decide edificar a la población Dominicana.
La Tuberculosis pulmonar es una enfermedad infecto contagiosa, crónica, que suele infectar los pulmones y que azota a la humanidad desde sus inicios.
Según reporte de OMS en el 2015 se enfermaron 10.4 millones de persona con esta enfermedad.
La División de Tuberculosis del Ministerio de Salud Publica de nuestro país, nos reporta que aquí hubo casi 4 mil nuevos casos el pasado año.
Esta enfermedad es causada por una bacteria (Mycobacterium Tuberculosis) y se transmite de una persona a otra a través de gotas de salivas proveniente de los pulmones de un paciente con enfermedad pulmonar activa.
El personal asociado a los servicios de salud siempre está expuesto al contagio de cualquier tipo de enfermedad infecciosa, sobre todo las que se transmite por vía aérea, como es el caso de la Tuberculosis pulmonar.
El aumento reciente del número de casos en el personal de salud del Hospital José María Cabral y Báez es motivo de preocupación y de buscar soluciones para prevenir nuevos casos.
Sabemos que el hospital está siendo remodelado y que las condiciones de salubridad no son las óptimas. Se unen allí múltiples factores que favorecen el contagio y propagación de la enfermedad, entre ellas tenemos hacinamiento de pacientes tanto en sala de urgencia como internamiento, poca ventilación y poca luz.
En la actualidad en el referido centro médico, hay 6 casos confirmados por baciloscopias, esta es una prueba bacteriológica que permite observar el bacilo previa tinción. Y un caso por medio al Gen Xpert, prueba molecular rápida. Todos los casos esperan la confirmación por medio de cultivo de esputo, un medio preciso para el crecimiento del Mycobacterium. .
Todos estos pacientes están recibiendo tratamiento para la enfermedad. Luego de 15 días en tratamiento adecuado dejan de ser contagiosos.
Por lo tanto, lo que se debe hacer es implementar medidas para que esto no vuelva a suceder. Aprovechar la remodelación del centro para aplicar las normativas internacionales de prevención.
La tuberculosis es una enfermedad endémica en nuestro país, cerrando el hospital José María Cabral y Báez no se resuelve el problema, en todos nuestros centros de salud tenemos hospitalizados pacientes con tuberculosis pulmonar que están en contacto por largas horas con el personal que labora allí.
Recomendamos solo internar los pacientes críticamente enfermos, mantener por poco tiempo estos pacientes en salas de urgencia y salas de espera, hacer el diagnostico temprano para iniciar el tratamiento sin pérdida de tiempo. Estas condiciones son importantes para la reducción de la trasmisión nosocomial.
Otras medidas serian buena ventilación, las habitaciones deben tener recambio de aire necesario para que la bacteria permanezca circulando el menor tiempo posible. Iluminación adecuada, recomendándose la luz ultravioleta en su defecto que entre luz solar y tener pocos pacientes por habitación.
Se contempla el uso de mascarillas N 95 en el paciente, debe cubrirle boca y nariz y en las áreas de gran exposición a la bacteria, como en el laboratorio de baciloscopías y salas donde estén hospitalizados pacientes resistente al tratamiento (MDR), deben ser usadas también por el personal de salud.
Para mayor control y seguimiento de nuevos casos debe realizarse prueba de tuberculina (PPD) y radiografía de tórax a toda persona que ingrese a trabajar en un centro de salud, con seguimiento anual.
