Santo Domingo.- En el marco del Día Mundial del Cáncer, la conversación global se centra en la prevención, el diagnóstico temprano y el tratamiento de esta enfermedad que afecta a millones de personas en todo el mundo.
Sin embargo, hay una faceta esencial de esta lucha que a menudo queda en segundo plano: los cuidados paliativos.
Este enfoque integral, que prioriza la calidad de vida de los pacientes con cáncer avanzado y sus familias, se ha convertido en una herramienta indispensable para aliviar el sufrimiento, preservar la dignidad y ofrecer esperanza en las etapas más críticas de la enfermedad.
Los cuidados paliativos no son solo un conjunto de prácticas médicas, sino una filosofía de atención integral que abarca las dimensiones física, emocional, social y espiritual del paciente.
Este enfoque reconoce que el cáncer no solo afecta al cuerpo, sino también a la mente y al espíritu, y que el bienestar del paciente depende de abordar todas estas áreas de manera coordinada.
En el caso del cáncer avanzado, donde el dolor y otros síntomas debilitantes como la dificultad respiratoria, la fatiga extrema y las náuseas son una constante, los cuidados paliativos marcan una diferencia trascendental.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), hasta un 80% de los pacientes con cáncer avanzado experimentan dolor severo, lo que subraya la necesidad urgente de integrar estos servicios en los sistemas de salud.
El Impacto Transformador de los Cuidados Paliativos
Estudios recientes han demostrado que los cuidados paliativos no solo alivian el dolor físico, sino que también mejoran significativamente la calidad de vida de los pacientes y sus familias. Este enfoque multidimensional combina:
Tratamientos farmacológicos:Uso de opioides como la morfina y analgésicos adyuvantes para el control del dolor.
Terapias complementarias:Masajes, meditación, musicoterapia y técnicas de relajación que ayudan a reducir el estrés y mejorar el bienestar general.
Apoyo emocional y espiritual:Acompañamiento psicológico y espiritual para ayudar a los pacientes y sus familias a enfrentar el impacto emocional y social de la enfermedad.
“Los cuidados paliativos transforman la experiencia del cáncer avanzado en una oportunidad para vivir con significado, incluso en medio de la adversidad”, explica la Dra. Rosa Méndez, especialista en cuidados paliativos.
Según Méndez, el acompañamiento emocional y espiritual no solo alivia el sufrimiento, sino que también fortalece los lazos familiares y ayuda a los pacientes a encontrar paz y propósito en sus últimos días.
Enfoque multidisciplinario
Una de las grandes fortalezas de los cuidados paliativos es su carácter multidisciplinario. Equipos integrados por médicos, enfermeros, psicólogos, trabajadores sociales y, en algunos casos, capellanes o consejeros espirituales, trabajan de manera coordinada para atender las complejas necesidades de los pacientes.
Este modelo no solo mejora la calidad de vida del paciente, sino que también fortalece la red de apoyo familiar, ayudándoles a prepararse emocional y logísticamente para los desafíos que enfrentan. Además, fomenta una comunicación abierta entre los profesionales de la salud y las familias, lo que facilita la toma de decisiones informadas y respetuosas de los deseos del paciente.
El impacto de los cuidados paliativos se refleja en historias como la de Manuel Pérez, un paciente de 65 años diagnosticado con cáncer metastásico. Tras semanas de intenso dolor y desesperanza, Manuel recibió tratamiento paliativo que incluyó opioides de liberación prolongada, terapia psicológica y sesiones de musicoterapia.
“Ahora puedo disfrutar de momentos con mi familia y vivir cada día con menos dolor y más tranquilidad”, cuenta Manuel.
Su hija, Ana Pérez, también destaca cómo este enfoque transformó la vida de toda la familia. “Los cuidados paliativos no solo ayudaron a mi padre; nos enseñaron cómo cuidar de él y manejar nuestras propias emociones. Nos devolvieron la esperanza”.
Garantizar acceso universal
En este Día Mundial del Cáncer, es imperativo recordar que la lucha contra esta enfermedad no se limita a la búsqueda de una cura. También implica garantizar que quienes enfrentan un diagnóstico avanzado reciban la atención que merecen. Los cuidados paliativos son un derecho humano, una herramienta que devuelve la esperanza y dignifica la vida hasta el final.
Como sociedad, debemos abogar por:
Políticas públicas inclusivas:Que garanticen el acceso universal a los cuidados paliativos, especialmente en comunidades vulnerables.
Capacitación profesional:Invertir en la formación de médicos, enfermeros y otros profesionales de la salud en esta área.
Concienciación social:Educar al público sobre la importancia de los cuidados paliativos y desmitificar el uso de opioides para el control del dolor.
En palabras de la Dra. Méndez, “la calidad de vida siempre importa, incluso en los momentos más difíciles. Los cuidados paliativos no son un lujo, son una necesidad”.
Cierre inspirador
El Día Mundial del Cáncer nos recuerda que, aunque el camino puede ser difícil, siempre hay espacio para la esperanza. Los cuidados paliativos nos enseñan que, incluso en las etapas más avanzadas de la enfermedad, es posible vivir con dignidad, significado y amor.
Como profesionales de la salud, familias y sociedad, tenemos la responsabilidad de garantizar que nadie enfrente esta lucha en soledad. Porque, al final del día, cuidar es un acto de amor, y los cuidados paliativos son la máxima expresión de ese amor.
Por Dra. Angela Marmolejos
Anestesióloga especialista en dolor y cuidados paliativos
