El estudio de las articulaciones del cuerpo es el objetivo en el cual se enfoca la artroresonancia, novedosa evaluación por imágenes que se efectúa en el Centro Diagnóstico Docente Las Mercedes, institución que se mantiene a la vanguardia en llevar la tecnología médica al alcance de sus pacientes.
La artroresonancia es una prueba diagnóstica que va más allá de la resonancia magnética y con la que se obtiene información que antes solo era proporcionada por la artroscopia, para lo cual el paciente debía ser ingresado al quirófano.
El doctor Gustavo Carrero, médico con postgrado en física médica y especialización en radiodiagnóstico, explica que se trata de un estudio que se realiza en el resonador. “Arroja imágenes por contraste de cualquier articulación del cuerpo para evaluar su condición intraarticular.
La información que ofrece es de suma utilidad para los traumatólogos, porque les permite orientar sus decisiones quirúrgicas. Es un complemento de la resonancia convencional”.
Como se trata de un estudio por resonancia magnética, este examen usa un medio de contraste, usualmente el gadolinio, aunque en algunos casos puede ser combinado con yodo. Detalla Carrero que se inyecta una cantidad mínima de contraste al paciente a través de una punción directa en la articulación, que ha sido previamente anestesiada de forma local, cuyo proceso se realiza guiado bajo visión de rayos X.
Luego el paciente es llevado al resonador para obtener las imágenes. “La artroresonancia puede efectuarse en cualquier articulación, pero las más comunes son hombros, muñecas y cadera”, detalla Carrero.
Uno de los aportes fundamentales de la artroresonancia como estudio osteomuscular previo a una intervención quirúrgica, según Carrero, es que “le permite mayor información al traumatólogo y va más claro al quirófano con relación al procedimiento que va a realizar”.
Aunque el estudio de la artroresonancia es posible en cualquier articulación del cuerpo humano, en hombro “es muy útil porque muchas veces hay información de la articulación que no está explícita en estudios sin contraste, y que requieren contraste intraarticular para obtenerla”, concluye Carrero.
