Monólogo con el Dr. Wilson Roa, presidente CMD

Roberto-Lafontaine.jpeg

A contiRoberto-Lafontaine.jpegnuación el último artículo del doctor Roberto Lafontaine, en el que exhorta a su colega el doctor Wilson Roa, presidente del Colegio Medico Dominicano a hacer los cambios necesarios para echar a andar el gremio para que ocupe el papel que le corresponde en la sociedad.

Recuerdo aquel día cuando compartimos en cabina, en la Z-101, el programa “La Receta de la Z”, conducido por el doctor Héctor Guerrero Heredia, expresó la necesidad de crear un espacio de reflexión en el que se analice la situación de salud del país.

Entendía que a pesar de las diferentes corrientes de interés existía un liderazgo maduro capaz de llegar a un consenso acerca del sector salud, sus problemas y prioridades de solución a corto, a mediano y largo plazo no importando el color del partido que dirija el Estado ni la corriente sindical que conduzca el gremio.

Sus sueños son una realidad, doctor Wilson Roa.

Para sacar el mejor provecho se debe asistir sin “traje y sin flu”. Solo con el conocimiento de que el sector salud ha tocado fondo, que no es rentable, por lo que no es posible lograr reivindicar la posibilidad de que los profesionales de salud puedan objetivar en sus condiciones materiales de existencia la dedicación al trabajo, diariamente expresada en los hospitales para devolver la salud a la población enferma que acude a los mismos.

Las crisis de los sistemas económicos, doctor Roa, por mejor posición que se tenga para negociar, solo producen miseria para quién trabaja e insatisfacción, dolor y muerte para los que demandan el servicio.

No es posible iniciar el camino del cambio del sector de salud desde la perspectiva de obtener mayores beneficios del “acuerdo de los gremios de salud con el gobierno” ni, tampoco, con las prioridades sombrillas que caracterizarán su gestión.

Es imperativo que el CMD ocupe el espacio que le corresponde en cada uno de los elementos que componen el sistema de salud, claramente definidos por la Organización Mundial de la Salud.

Así, se podrá fortalecer todo lo concerniente a la gobernanza y liderazgo, indispensable para darle vida al marco normativo y facilitar la supervisión efectiva, el establecimiento de alianzas, la rendición de cuentas, las reglamentaciones y los incentivos, así como dar continuidad a la construcción del modelo de atención del sistema y de gestión de los centros.

Huelga señalar la necesidad del médico para el desarrollo del sistema de información, verdadero talón de Aquiles en el avance hacia la reforma del sector, sin el cual no es posible la producción, análisis, difusión y uso de información fiable y oportuna sobre los determinantes de la salud, el desempeño del sistema y la situación sanitaria del país.

En cuanto al elemento de la financiación del sector Salud, el rol a jugar por el CMD va en dos vertientes: procurar junto a todos sectores de la sociedad que el Estado financie con un 6% del PIB en el mediano plazo el fortalecimiento del sistema y, en el corto plazo, estimular al médico a elevar el desempeño en los hospitales para que, mediante la venta de servicios de salud a la seguridad social, se obtengan los recursos financieros que hagan posible la sostenibilidad de la satisfacción de las personas al demandar la atención médica que necesitan, sin llegar a empobrecerse por pagar de sus bolsillos.

Sin la participación del CMD, en los elementos ateniente a la prestación de servicios, los recursos humanos y medicamentos y tecnología, no es posible el desarrollo de un sistema de salud, definido por la Organización Mundial de la Salud, como el “conjunto de personas, organizaciones y acciones que tienen por fin promover, restaurar o mantener la salud” y su objetivo “mejorar la salud y la equidad sanitaria de una manera que sea receptiva y financieramente equitativa, y haciendo uso óptimo, o lo más eficaz posible, de los recursos disponibles’’.

Los elementos así señalados son como un organismo sin vida, es indispensable para que operen como Sistema la participación activa de la organización que usted se honrará en dirigir durante los próximos dos años, para garantizar la interconectividad y la retroalimentación de los elementos que lo componen, aportándole, cual alma al cuerpo humano, vida propia independiente de las partes, teniendo como eje central el estado de salud de las personas y comunidades.

Doctor Roa, es el momento para que el CMD pase de la acera del frente al centro de la calle en el proceso de desentrañar la complejidad del sistema de salud dominicano, para usar el conocimiento adquirido en el diseño y evaluación de las intervenciones necesarias para aumentar el grado de salud y equidad sanitaria que se merece la población.

Esté usted seguro que la sociedad será pródiga con el médico dominicano al colocarlo en el sitial que le corresponde, sacándolo de la miserable situación económica en la que se encuentra sumergido a pesar de cargar sobre sus hombros la responsabilidad de restaurar desde la enfermedad, la precaria situación de salud al ciudadano empobrecido del pueblo dominicano.

Por: Roberto Lafontaine.