Los médicos, como profesionales que ofrecen servicios, están insertos en una sociedad en la que cada vez más sus ciudadanos tienen acceso a las grandes vías de información, los medios masivos y las redes sociales. Es por eso que deben estar preparados para contrarrestar cualquier información que erosione su reputación. Y para eso hay protocolos.
Usualmente los ataques vienen de pacientes insatisfechos con los servicios ofrecidos por el profesional de la medicina o alguno en busca de chantaje para obtener dinero.
En mi trabajo de 15 años en el sector salud he apoyado a médicos y centros de salud, así como en otras áreas, en situaciones de prensa que les afectan. Es prácticamente un día a día de mi servicio.
Cuando su reputación es atacada en los medios de comunicación, lo primero que debe hacer un médico es dar la cara. Varias fórmulas tiene a mano: comunicado escrita, nota de prensa y ruedas de prensa (esta última contra indicada en la mayoría de los casos para evitar preguntas descompuestas o lenguajes corporales inadecuados).
Para TV o programas de radio, el galeno puede enviar un vocero, sea su abogado o el responsable de las relaciones públicas del centro de salud en el que trabaja.
Muchos obvian este paso y prefieren guardar silencio pensando que el tema se caerá sólo, pero grave error: todos los protocolos de manejo de crisis de opinión advierten que no hacerlo conlleva mayores riesgos por el dañino silencio.
Otro tema es monitorear las informaciones difundidas por prensa escrita, digital y televisión para tener el termómetro mediático y, de ser necesario, ofrecer respuestas oportunas.
En el caso de que el escenario sea una fiscalía, procuraduría o alguna instancia judicial, los galenos deben estar preparados para enfrentar la avalancha de periodistas, fotógrafos y camarógrafos que vuelan sobre ellos en busca de sus noticias.
Mi recomendación en este caso es que los galenos acudan con su abogado y comunicado o documento escritos, y que sea el abogado que sirva de vocero para minimizar los errores.
En el caso de programas de radio y TV que insistentemente se refieran al tema, lo recomendable es enviarle su versión por escrito debidamente documentada. También puede visitarlo y exponerle sus argumentos, los periodistas y medios no le negarán la cita.
Ahora, contra indico que el galeno participe en espacios de TV o radio, sobre todo en aquellos de micrófono abierto a la audiencia.
Puntualizo que los juicios paralelos (aquellos que debate la opinión pública) son pre condicionantes que presionan a los jueces y el sistema judicial a tomar decisiones en contra de los imputados, por más verdades que lleven a cuestas. Por eso, el primer round debe desarrollarse en el cuadrilátero de la prensa, en caso de que ésta difunda informaciones negativas que afectan al médico.
Si la reputación del médico es atacada, difícil será reponerse y sus consultas sentirán el impacto. Además, hay un impacto moral que sienten el afectado, las familias y los amigos.
En toda estrategia para frenar informaciones negativas contra un galeno o centro de salud debe primar el objetivo de servir la versión a manera de balance, para que compita con los detalles difundidos por la prensa.
Una recomendación que doy es contar con un periodista amigo o experto en manejo de medios de comunicación para tener la debida orientación y asesoría sobre manejo de prensa, en ese mundo en el que muchos son “enganchados” o responden a intereses particulares.
Gracias por su atención.
Por Pedro Angel
prensapedroangel@gmail.com
Director de Resumen de Salud
Presidente AgenciaTex, agencia con 15 años de fundada especializada en posicionamiento de temas de salud, sociedades médicas, manejo de crisis y lobismo
Comunicador especializado en manejo de crisis de opinión pública y posicionamiento de prensa
Ha intervenido en crisis de prensa que han impactado negativamente la reputación de clínicas, directores de hospitales y médicos.
También trabaja para reputados bufetes de abogados en manejos de casos mediáticos
