El ministro de Salud Pública abogó por la necesidad de que en el país se cambie la cultura hospitalaria humanitaria en la que el profesional de la medicina vaya a las comunidades para que conozca cuáles son las causas que afectan y padecen un paciente que va en busca de salud.
El doctor Rafael Sánchez Cárdenas dijo que el médico debe conocer y estudiar del paciente la historia familiar y sus condiciones ambientales para poder ofrecer una mejor atención primaria con sensibilidad y humanismo.
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El ministro de Salud, se pronunció en esos términos al participar en la apertura del seminario sobre “Primera Infancia, que auspicia la entidad que dirige, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), la Organización Panamericana de la Salud (OPS), la Organización Mundial de Salud (OMS), Ministerio de Educación, el Servicio Nacional de Salud (SNS), el Instituto Nacional de Atención Integral a la Primera Infancia (INAIPI) y la Dirección General de Programas Especiales de la Presidencia (DIGEPEP), y representantes de universidades y sector privado.
“Tenemos que cambiar la cultura hospitalaria, no se puede dar cariño al paciente sino se rompe con la inercia de que el médico debe trasladarse más allá del consultorio para que pueda ofrecer un servicio más humanitario, yendo a la comunidad se garantiza conocer los que usa esa persona, su ambiente y el área como vive, además de darle seguimiento a los básicos para que haya una mejor atención primaria con garantía”, aseguró.
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Consideró que si queremos “humanizar hay que cambiar el modelo de prestaciones de servicio de salud, si queremos que la seguridad social en la que hemos avanzado enormemente tenga un mecanismo de financiamiento sostenible hay que cambiar el modelo e ir al primer nivel y a la atención primaria, sobre todo en un marco epidemiológico donde las crónicas son los mayores males”
Afirmó que desde que una mujer está embarazada debe dársele un gran seguimiento acompañado de sensibilidad y humanismo, siendo éste un gran ingrediente para bajar la mortalidad materna debido a la estimulación que recibe de tener una buena alimentación, de protección y cariño para que el niño al nacer cuente con el desarrollo necesario.
De igual forma, en la jornada, la representante de UNICEF en el país, Rosa Elcarte, señaló que los “avances de la neurociencia muestran que, si bien el niño nace con un código genético establecido, éste por sí solo no determina las potencialidades que podría alcanzar y es la interacción con su padres, madres o cuidadores y las experiencias que viven en sus primeros días y años lo que moldea y define su futuro.
También la representante de la OPS/OMS, doctora Alma Morales, señaló que el desarrollo en la primera infancia, a su vez es determinante en la salud, el bienestar y la capacidad de aprendizaje durante toda la vida haciendo un llamado a desarrollar alianzas intersectoriales que aborden la salud y los determinantes sociales de manera integral.
En la actividad, el doctor Rafael Pérez Escamilla, director de Salud Pública de la universidad de Yale, presentó las bases científicas de las intervenciones que influyen de forma determinante en los primeros mil días del niño.