La ginecóloga Xenia Castillo aseguró que “el aborto es un negocio que mueve millones de dólares y que lo promueven grandes empresas”, pero quieren ocultar sobre la base de la llamada defensa a la vida.
Explicó que, en la actualidad, el Código Penal Dominicano está “en un limbo jurídico”, luego de recibir dos observaciones con relación a permitir el aborto, con las cuales se busca abrir las puertas “al aborto libre” en República Dominicana.
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Sostuvo que los médicos se oponen a las señaladas tres causales del aborto, como incompatibilidad, inviabilidad y terapéutico, en el entendido que no “no existe” el aborto terapéutico cuando la madre está en peligro, porque «en medicina la terapia quiere decir sanar, y el aborto provocado quiere decir matar”.
Expuso que en ningún libro de medicina son sinónimos terapia y matar, porque tienen significados que se contraponen, tras aclarar que frente a una emergencia de una embarazada el primer paso es tratar de salvar a la madre y el hijo, “y no es porque lo diga una ley”.
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En ese sentido, afirmó que hay sectores que “quieren arrinconar a los médicos” con respecto a la discusión que se libra en el país hace años sobre el aborto, para el que se esgrimen argumentos basados en “ideologías y derechos retorcidos” que nada tienen que ver con el tema.
Consideró que en su caso, cuando tiene que tomar una decisión, la postura de la iglesia respecto al caso no la influye, sino la ciencia médica, “porque es cuestión de ciencia, no de religión”, precisó.
Declaró que en Argentina, donde recientemente el Congreso rechazó legalizar el aborto, participaron científicos en la discusión, quienes convencieron a los congresistas de rechazar la propuesta de legalizar el aborto.
“Nadie en este mundo, médico, abogado, o quien sea, tiene derecho a decidir quién vive o quien no vive porque tenga una condición”, argumentó la profesional durante una entrevista en el programa Propuesta de la Noche, que se transmite por Digital 15.
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La profesional de la medicina, explicó que en lo que respecta al diagnóstico por la mal formación congénita, en cualquier país del mundo, incluyendo desarrollados como Estados Unidos, hay un margen de error entre un 25 a 30 por ciento.
Aseguró que ante ese diagnóstico, hay tres posibilidades, primero, “que realmente tenga la mal formación que se diagnosticó; segundo, “que no sea tan severa” y tercero, “que no tenga nada”.
Sin embargo, expresó que solo se trata de un niño enfermo y que el diagnóstico de una enfermedad puede aparecer a cualquier edad, por lo que no hay que condenarlo a muerte.
Dijo que el término de “incompatibilidad con la vida” es un eufemismo creado por aquellos que promueven el aborto y señaló que por el solo hecho de “estar vivo es compatible con la vida”.
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Argumentó que si un niño dura “dos días al nacer, es compatible con la vida”, con lo que reiteró que el citado término de “incompatibilidad con la vida” genera confusión.
“Nosotros no decidimos entre uno y dos (…), tomamos medidas para salvar las dos vidas”, precisó, al tiempo de aclarar que “si por alguna razón tenemos que desembarazar la paciente, aun sabiendo que vamos a tener un bebé con una inmadurez pulmonar insuficiente, lo hacemos”.
Explicó que “es totalmente falso” lo que se plantea con relación a que morirán las embarazadas si no se despenaliza el aborto, como lo promueven diversos sectores a través de los medios de comunicación.
