Más de 22 médicos de la localidad de Galicia, en España, anunciaron que renunciaran a sus empleos en protesta del deterioro que han surgido los centros de salud públicos durante los últimos años , por el recorte presupuestario que ha hecho el estado.
Manifestaron que en los hospitales de esa localidad se trabaja con equipos obsoletos, mientras se dota a las clínicas con tecnología cara y sofisticad, además denunciaron las dificultades que se les ponen a los enfermos para acceder a la atención hospitalaria.
Indicaron que a esto se suma el agotamiento y la desmotivación que sufren por las largas jornadas de trabajo que tienen que afrontar, y que llevan a algunos a adelantar su jubilación.
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“Los jefes de servicio hemos estado organizando las carencias de la sanidad pública, pero no se puede organizar la miseria, esto no es una pataleta de cuatro personas, es una protesta de toda la atención primaria», manifestaron.
Sostuvieron que debido a esta situación los residentes de medicina de familia viajan al terminar su formación al extranjero, a la sanidad privada o a otras zonas de España donde les tratan mejor.
Representantes del Colegio de Médicos de Pontevedra expresaron que esta problemática inició desde los “recortes indiscriminados” practicados por la Xunta con el amparo del decreto aprobado por el Gobierno de Mariano Rajoy en 2012 y a la falta de voluntad política para resolver la situación provocada.
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Una nota publicada en el periódico El País, indica que esta manifestación surge tras la de los médicos de familia de Cataluña, que pararon su huelga a finales de noviembre, tras aceptar la oferta del Govern de inyectar de forma inmediata 100 millones de euros a la atención primaria.
“Hasta aquí hemos llegado, no queremos ser cómplices de este deterioro, en vez de ser la puerta del sistema nos quieren convertir en los porteros del sistema”, externaron.
Por Enrique Pimentel
