Una nueva píldora anticonceptiva masculina pasó las pruebas de seguridad y tolerabilidad cuando los hombres sanos la usaron diariamente durante un mes, y produjo respuestas hormonales compatibles con una anticoncepción efectiva, según investigadores de dos instituciones que probaron el medicamento.
El anticonceptivo oral masculino experimental se llama dodecilcarbonato de 11-beta-metil-19-nortestosterona, o 11-beta-MNTDC. Es una testosterona modificada que tiene las acciones combinadas de una hormona masculina (andrógeno) y una progesterona, explica la investigadora principal del estudio, Christina Wang, directora asociada del Instituto de Ciencia Clínica y Traslacional del Instituto de Investigación Biomédica de Los Ángeles (LA BioMed), en Torrance, California, Estados Unidos.
«Nuestros resultados sugieren que esta píldora, que combina dos actividades hormonales en una, disminuirá la producción de esperma al tiempo que preserva la líbido», afirma Wang.
El estudio se realizó en 40 hombres sanos en LA BioMed y en la Universidad de Washington, en Seattle, Washington, Estados Unidos. Diez participantes del estudio recibieron al azar una pastilla de placebo o un fármaco ficticio. Los otros 30 hombres tomaron 11-beta-MNTDC en una de dos dosis; 14 hombres recibieron 200 miligramos y 16 recibieron la dosis de 400 mg. Los sujetos tomaron el fármaco o el placebo una vez al día con alimentos durante 28 días.
El Instituto Nacional de Salud Infantil y Desarrollo Humano Eunice Kennedy Shriver, que está desarrollando 11-beta-MNTDC y otros anticonceptivos masculinos, financió este estudio.
Entre los hombres que recibieron 11-beta-MNTDC, el nivel promedio de testosterona circulante se redujo tan bajo como en la deficiencia de andrógenos, pero los participantes no experimentaron ningún efecto secundario grave. Wang dice que los efectos secundarios de los fármacos eran pocos, leves e incluían fatiga, acné o dolor de cabeza en entre cuatro y seis hombres cada uno. Cinco hombres dijeron tener una leve disminución en el deseo sexual, y dos hombres describieron una disfunción eréctil leve, pero la actividad sexual no disminuyó. Además, ningún participante dejó de tomar el medicamento debido a los efectos secundarios, y todos pasaron las pruebas de seguridad.
EFECTOS REVERSIBLES TRAS SUSPENDER EL MEDICAMENTO
Los efectos debidos al bajo nivel de testosterona fueron mínimos, según la investigadora adjunta, Stephanie Page, profesora de Medicina de la Facultad de Medicina de la Universidad de Washington, «porque el 11-beta-MNTDC imita la testosterona a través del resto del cuerpo, pero no está lo suficientemente concentrada en los testículos para sustentar la producción de esperma».
Los niveles de dos hormonas requeridas para la producción de esperma disminuyeron considerablemente en comparación con el placebo, hallaron los investigadores. Los efectos del medicamento fueron reversibles después de suspender el tratamiento, anota Wang.
Debido a que el fármaco tardaría al menos de 60 a 90 días para afectar a la producción de esperma, 28 días de tratamiento es un intervalo demasiado corto para observar la supresión óptima de esperma, explica Wang, que planea estudios más largos y, si el medicamento es efectivo, pasará a estudios más amplios y luego realizará pruebas en parejas sexualmente activas.
«La anticoncepción masculina hormonal segura y reversible debería estar disponible en aproximadamente 10 años», adelanta la investigadora.
La mayoría de los hombres están abiertos a usar este tipo de anticonceptivos masculinos, según una encuesta multinacional de 9.000 hombres publicada en la revista ‘Human Reproduction’ en febrero de 2005 se encontró que el 55% de los hombres en relaciones estables quieren probar nuevos métodos anticonceptivos hormonales masculinos si son reversibles.
Este anticonceptivo experimental, 11-Beta-MNTDC, es un «compuesto hermano» del undecanoato de dimetandrolona, o DMAU, la primera píldora anticonceptiva masculina potencial que está pasando pruebas realizadas por el mismo equipo de investigación. Sus resultados se publicaron el 1 de febrero de este año en ‘The Journal of Clinical Endocrinology and Metabolism’.
La información fue tomada del portal www.pmfarma.com.mx