En mi último artículo escribí sobre los nuevos influencers de la medicina, en el que definí influencer y hable mucho sobre la marca personal de los médicos y que ya desde la universidad habían chicos trabajando en ellos. No los declare influencer, pero son lo más cercano y de seguir trabajando sus cuentas y no me cabe duda que lo serán y realmente hago esta segunda parte para aclarar ciertas cosas.
La primera es que influencer se trata de inlfuenciar comunidades. La tendencia es que sean muy grandes, pero lo relevante es la efectividad y está demostrado que en las cuentas de muchos seguidores suelen haber muchos “walking dead”, seguidores que no interactúan con la cuenta que siguen y que realmente no se trata de cantidad de seguidores.
Recordemos que Instagram eliminó miles de cuentas falsas porque aún hay personas que creen que, comprando seguidores, usando herramientas automatizadas, teniendo un numero increíble de seguidores, por eso son tendencia. Mi pregunta es, ¿cumplen con la regla del 10% del marketing digital?
Cada vez que publican algo el 10% de seguidores interactúan con ellos y el 10% de ese 10% lo tienen en conversión, pues a la hora de juzgar si alguien es influencer o no debe estar consciente de esto.
Cada vez más el algoritmo de Instagram penaliza las cuentas con seguidores falsos y cuentas con contenido no es original. ¿Se han detenido a pensar el trabajo que conlleva realmente cumplir con esta regla de forma orgánica sin pagar publicidad? Pues mi respuesta es prefiero 4 y 5 mil seguidores orgánicos que cientos de miles falsos.
Ahora bien, al publicar el artículo generó controversia por el número de seguidores de @themedblogger (2000 seguidores) que yo la catalogara de futuro o posible influencer en la medicina y se convirtió en una controversia.
Un hater es alguien que emite comentarios desagradables de crítica o juicio a la marca personal o producto, que fue exactamente lo que pasó porque critico mi apreciación basada en el número de seguidores. Pero, ¿qué hacemos cuando esto pasa? pues responderle y cabe destacar que lo seguidores de Ana salieron en su defensa.
Los haters o troles tiene un efecto dominó al no responderles, uno porque es indicador de miedo o inseguridad y dos porque permitimos crear un entorno de desconfianza en la marca y ante el silencio de la marca ellos siguen atacando.
Ahora bien, cosas que debemos decir del hater de @themedblogger. Su cuenta tiene 226 seguidores, no aparece en su perfil nada que diga que es especialista en marketing y creo que se debió molestar en investigar más al respecto; además, su constante crítica lo que logró fue poner los ojos sobre la cuenta themedblogger y le dio más visibilidad y más seguidores.
Cierro el artículo diciendo que muchos repiten y hablan de marketing como eruditos, pero llevar una cuenta es difícil, lograr cumplir la regla no es fácil y es aún más difícil desarrollar una marca personal. Pero no se rindan, el trabajo de posicionamiento es de hormiga, de constancia no se trata de comprar seguidores y publicar cualquier cosa.
Por Yesenia Barrios
Especialista en marketing digital e imagen personal
