Un día de huelga en el sector de salud le cuesta en promedio a la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) entre ¢200 millones y ¢400 millones.
Así lo comentó Roberto Cervantes, gerente financiero de la institución, quien aseguró que ya se activó el fondo de emergencias para atención de servicios en los centros hospitalarios.
Mencionó que el monto que se puso a disposición para dicho fondo ronda aproximadamente los ¢30 mil millones.
Sobre la cifra que se utilizó para la atención de servicios como alimentación y lavandería, el gerente recalcó que no puede cuantificarse aún hasta en tanto no finalice el movimiento.
Agregó que actualmente no se usó el fondo de emergencia porque cada centro cuenta con sus propios fondos y que lo que se hace es restituir el dinero gastado a los centros médicos una vez que se tenga cuantificado el monto.
Cervantes negó que la Caja esté quebrada y dijo que mantiene los programas al día.
Román Macaya, presidente ejecutivo de la CCSS, indicó que el fondo se activa cuando se declare una emergencia institucional, lo cual ya hicieron.
Recalcó que con esos montos se procede a hacer las compras de alimentación y de diferentes servicios.
Insistió que los informes vienen una vez que va avanzando la huelga y se pueda efectuar el análisis financiero, no obstante, enfatizó que el impacto en vidas es palpable todos los días.
El presidente de la Caja rescató en que la entidad no se va a privatizar y que, con respecto a la regla fiscal, adujo que se basan en el criterio de la Sala Constitucional de que los servicios de salud no están sujetos a esa normativa y la totalidad de los presupuestos corresponden propiamente a la CCSS.
La institución estatal reportó que este miércoles se cerró el banco de sangre ubicado en el Hospital Calderón Guardia.
Luis Chavarría, secretario adjunto de la Unión Nacional de Empleados de la Caja y la Seguridad Social (Undeca, indicó que el principal problema es que cuando se trata de temas para defender la institución se olvida que las autoridades permitieron que el gobierno le adeude ¢1,5 billones.
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Aseguró que perjudica más a la Caja el hecho de que no se haga nada con respecto a la millonaria deuda y no tanto el costo de una huelga.
También denunció que los empresarios le deben a la entidad ¢261 mil millones y la CCSS es cómplice al permitir una cifra elevada de evasión.
Lamentó que algunos políticos buscan que se le perdonen lo adeudado.
El sindicalista expresó que le gustaría que la Caja hiciera público el monto que la entidad paga por contratación de servicios privados a empresas.
Lenin Hernández, secretario general del Sindicato Nacional de Enfermería (Sinae), acotó que para efectos de determinar la afectación por un día de protesta se debe realizar un estudio técnico para determinar los valores que usa la institución y definir los montos económicos.
Refutó a la Caja en el sentido de que aún no se entregan los montos económicos para sumar eventuales rebajos.
Agregó que el éxito del movimiento no se mide por la afectación a los usuarios y más bien desean como sector sindical una convocatoria a reunión lo más pronto posible.
Fuente Greivin Granados.
