El entorno familiar es clave. Mantener una familia que transmita seguridad y apoyo es la mejor estrategia para la prevención.
Los amigos y el grupo de iguales del adolescente pueden contribuir para determinar un posible suicidio.
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Estar conectado con el mundo de las amistades y relaciones sociales de los jóvenes, podría prevenir problemas en el medio plazo. Las redes sociales y la actividad que su hijo desarrolla y recibe en ellas, también forman parte.
• No se deben subestimar las intenciones suicidas.
¡Hablar es necesario! Prevengamos el suicidio.
