El destacado oftalmólogo dominicano Herbert Stern se presentó recientemente ante especialistas de todo el mundo en la Real Academia Nacional de Medicina de España.
Su intervención versó sobre la Tomografía de Coherencia Óptica (OCT), uno de los métodos de mayor impacto en el diagnóstico, sobre todo oftalmológico, en los últimos 25 años, de acuerdo a las investigaciones que se han hecho.
Ha sido una tecnología que ha incorporado varios campos de la ciencia como la física, la foto óptica, entre otras.
“Llegar hasta nuestros tiempos con esta tecnología, implicó cantidad de científicos trabajando para conseguir los primeros estudios de OCT que hoy en día llegan ya a una biopsia óptica con una resolución cercana a la micrometría”, resaltó Herbert Stern.
Señaló que fue en 1971 que “encontramos la primera publicación de una cámara ultra rápida que comenzaba a hablar de luz coherente y se basaba en la idea de Albert Maikelson, se trataba de interferometría para medir la distancia de las estrellas”.
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La OCT es una prueba que se utiliza para tomar fotografías de la retina, concretamente de la sección transversal de la misma, que es el tejido que recubre la parte posterior del ojo. Esta prueba se caracteriza por utilizar ondas de luz, por lo que no es invasiva y es muy cómoda para el paciente.
“Mediante una OCT, el oftalmólogo puede tener una visión precisa del tejido sensible a la luz que recubre la retina, permitiéndole realizar mediciones que le ayudarán en el diagnóstico de patologías como degeneración macular asociada a la edad (DMAE); agujero macular; edema macular; membrana epirretiniana o pliegue macular; retinopatía diabética; retinopatía serosa central”, explica Stern.
En ciertas ocasiones, la OCT se utiliza también para evaluar el nervio óptico y detectar cambios que pueden ser señales indicadoras de la presencia de enfermedades como el glaucoma.
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La OCT es una técnica de imagen que, aunque lleva empleándose desde 1995, no ha dejado de evolucionar hasta alcanzar un gran nivel técnico que permite, en la actualidad, realizar una certera fotografía de la retina y, especialmente, de la mácula.
Además de ser una herramienta diagnóstica tremendamente útil para que el oftalmólogo pueda confirmar o descartar enfermedades como la DMAE, edemas maculares, coroiditis central serosa, membrana epirretiniana, agujeros maculares o problemas en el nervio óptico; con la OCT también es posible realizar un seguimiento de las posibles consecuencias de las personas que padecen miopía magna o alta miopía.
Por Héctor García