Un panel de expertos estadounidenses alertó de los peligros que supone para el país que el régimen comunista chino siga incrementando su capacidad como proveedor mundial de ingredientes farmacéuticos activos (API, por sus siglas en inglés), informó Epoch Times.
“En agosto de 2019, solo el 28% de las instalaciones de fabricación que elaboraban API para abastecer el mercado de los EE. UU. estaban en nuestro país”, testificó ante el Congreso la directora del Centro de Evaluación e Investigación de Medicamentos de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA), Janet Woodcock.
“Por el contrario, el 72% restante de los fabricantes de API que abastecen el mercado estadounidense se encontraban en el extranjero”, añadió.
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Woodcock también destacó que si bien el porcentaje de mercado global que acaparan actualmente las fábricas chinas de API es menos de la mitad que el de EE. UU. (un 13% chino frente al 28% estadounidense) su capacidad de producción no ha dejado de crecer durante la última década.
“China ha apoyado a su sector químico y farmacéutico, alejándolo de muchas líneas de producción de los EE. UU., o incluso completamente fuera del negocio”, añadió Michael R. Wessel, miembro de la Comisión de Revisión Económica y de Seguridad de Estados Unidos-China.
Asimismo, explicó que fueron las políticas estatales del régimen comunista chino como “Fabricado en China 2025” y el 13.º Plan Quinquenal (2016-2020) las que favorecieron el desarrollo y la expansión del gigante asiático en el campo de las API.
De este modo, EE. UU. no solo está dejando de producir fármacos como la penicilina (cuya última planta de fabricación cerró en 2004), sino que está viendo como Beijing está “atrayendo a los mejores investigadores de EE. UU. para que trabajen para sus empresas”, señaló Wessel.
Con programas de reclutamiento estatales como el polémico “Mil Talentos” los llevan a “cumplir los objetivos planeados por el Partido Comunista Chino”, determinó.
Cabe destacar, que la finalidad del “Programa Mil Talentos” es “facilitar la transferencia legal e ilícita de tecnología, propiedad intelectual y know-how de EE. UU.” al régimen comunista de China, según el análisis no clasificado del servicio de inteligencia de EE. UU. que evalúa las tendencias a largo plazo, de acuerdo a Bloomberg.
Fuente BLmundo.es