La Organización Mundial de la Salud estableció el 15 de noviembre como el Día Mundial Sin Alcohol.
Con motivo a que hoy se conmemora el Día Mundial Sin Alcohol, la Fundación Dominicana de Obesidad y Prevención Cardiovascular hace un llamado a la población dominicana a reducir al mínimo el consumo de alcohol.
Datos recientes indican que la República Dominicana ocupa el sexto lugar en Latinoamérica en consumo de alcohol, alcanzando unos 6,9 litros de alcohol puro por persona por año, medio litro más que el promedio de la población mundial.
El grupo de edad que consume más alcohol se encuentra entre 14 y 29 años, de estos un 40% está por debajo los de 18 años.
El año pasado, en nuestro país fallecieron cerca de 1000 en accidentes de tránsito atribuidos al consumo de bebidas alcohólicas.
Cada año se producen 3 millones de muertes en el mundo debido al consumo nocivo de alcohol, lo que representa un 5,3% de todas las defunciones.
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El uso nocivo de alcohol es un factor causal en más de 200 enfermedades y trastornos. En general, el 5,1% de la carga mundial de morbilidad y lesiones es atribuible al consumo de alcohol, calculado en términos de la esperanza de vida ajustada en función de la discapacidad.
El consumo de alcohol provoca defunción y discapacidad a una edad relativamente temprana. En el grupo etario de 20 a 39 años, un 13,5% de las defunciones son atribuibles al consumo de alcohol.
Existe una relación causal entre el consumo nocivo de alcohol y una serie de trastornos mentales y comportamentales, además de las enfermedades no transmisibles y los traumatismos. Recientemente se han determinado relaciones causales entre el consumo nocivo y la incidencia de enfermedades infecciosas tales como la tuberculosis y el VIH/sida.
Más allá de las consecuencias sanitarias, el consumo nocivo de alcohol provoca pérdidas sociales y económicas importantes, tanto para las personas como para la sociedad en su conjunto.
Los problemas sanitarios, de seguridad y socioeconómicos achacables al consumo de alcohol se pueden reducir eficazmente mediante medidas aplicadas al grado, las características y las circunstancias en que se produce la ingestión, así como a los determinantes sociales de la salud.
Compete a los países la responsabilidad principal de formular, aplicar, vigilar y evaluar políticas públicas para disminuir el consumo nocivo de alcohol.
Fuente: Fundación Dominicana de Obesidad y Prevención Cardiovascular