Israel.- La compañía Karyopharm obtuvo la aprobación de la FDA para producir XPOVIO, el primer medicamento destinado a ayudar a las proteínas supresoras de tumores naturales a hacer su trabajo.
El cáncer es una enfermedad que se comporta como un duro rival. Descubre todo tipo de formas de esconderse de los sistemas de detección corporales y puede crecer sin control hasta que sea demasiado tarde para detenerlo.
Uno de los métodos más astutos del cáncer para evadir el sistema inmunológico es aumentar la frecuencia de un tipo de «tren» celular, una proteína llamada XPO1, que realiza viajes regulares de ida y vuelta dentro y fuera del núcleo de una célula.
Le puede interesar:
Vacuna contra cáncer de mama casi lista
El trabajo de la proteína XPO1 es transportar otras proteínas a las “estaciones” correctas en la línea.
Un pasajero en el transbordador XPO1 es una proteína supresora de tumores. Su trabajo es realizar «auditorías» regulares de una célula para garantizar que el ADN no esté dañado. Si es así, la proteína le indica a la célula que ingrese a la «muerte celular programada», por lo que la célula esencialmente se suicida.
Por su propia naturaleza, las células cancerígenas dañan el ADN y se dividen sin control. Así se crean los tumores. En un sistema inmunitario sano, las proteínas supresoras de tumores detectarían los errores de ADN en el núcleo y detendrían la proliferación de las células malignas.
El cáncer supera a las proteínas supresoras de tumores al aumentar la actividad de XPO1. Los “trenes” más frecuentes sacan las proteínas supresoras del núcleo de la célula, donde deberían detener el cáncer, y las depositan lejos.
«Estas no pueden hacer su trabajo porque están geográficamente alejadas de donde se supone que deberían estar», explicó Sharon Shacham, directora general de Karyopharm Therapeutics, una empresa con sede mixta en Israel y Massachusetts que desarrolló un nuevo medicamento que inhibe la actividad XPO1 en las células.
Cuando no queda nada por probar, llega XPOVIO
Recientemente, Karyopharm recibió la aprobación de la Administración de Fármacos y Alimentos de EU (FDA) para producir XPOVIO, el primer medicamento que desacelera al “tren” XPO1 para que las proteínas supresoras de tumores naturales del cuerpo puedan hacer su trabajo.
XPOVIO, cuyo nombre genérico es Selinexor, fue aprobado para pacientes con mieloma múltiple que recayeron y cuyo cáncer fue resistentes a al menos cuatro terapias previas.
Debido a su pronóstico nefasto, el mieloma múltiple fue el punto de partida para XPOVIO, pero su llegada está lejos de suponer el final del juego. «La mayoría de las células cancerosas tienen XPO1 sobreexpresada. Lo próximo que planeamos es presentar a XPOVIO a su aprobación para el tratamiento del linfoma», contó Shacham.
Shacham afirmó que XPOVIO no se puede ser considerada, al menos todavía, como una cura para el mieloma múltiple. “Simplemente no ha existido el tiempo suficiente para definirlo pero los pacientes están viendo beneficios a largo plazo», explicó.
XPOVIO presenta diversos efectos secundarios: náuseas, vómitos, fatiga, recuento bajo de glóbulos blancos y anorexia, entre otros.
Por otra parte, el medicamento no es barato: un suministro de cuatro semanas cuesta 22.000 dólares, aunque los pacientes aprobados por su plan de seguro médico no necesitarán pagar el monto total.
Durante la última década, Karyopharm viene corriendo a un ritmo maratónico en la lucha cáncer. Más de 3.000 personas ya pasaron por los ensayos clínicos de 20 estudios patrocinados por la compañía.
Shacham recibió su doctorado en biofísica computacional de la Universidad de Tel Aviv en 2000 y fundó la firma de biotecnología Predix apenas se graduó. En 2003, Predix se fusionó con Epix Pharmaceuticals.
Posteriormente, en 2009, Shacham lanzó Karyopharm con sedes en Massachusetts e Israel. La compañía recaudó fondos de más de 20 millones de dólares en 2010, y comenzó a probar XPOVIO en 2012. Hoy, emplea a más de 300 personas y cotiza en la bolsa de valores NASDAQ.