San José.- La Optometría Comportamental es una disciplina que evalúa el procesamiento de la información visual y sus habilidades en personas desde los 3 hasta los 99 años.
De no estar sucediendo de la manera correcta en los menores, puede ocasionar una interferencia en el proceso de aprendizaje, que afecta hasta el punto de no poder expresar su potencial intelectual e incluso alterando su calidad de vida.
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El Dr. Fabio Josué Murillo, Optometrista de la Fundación Luz, Sonrisa y Salud, se especializó en este tema para ayudar a menores de edad, adultos y personas con alguna discapacidad que fueron diagnosticados con déficit atencional o hiperactividad de manera incorrecta, o que todavía no han podido ser diagnosticados.
“La visión es un proceso neurológico en el que están implicadas hasta 35 áreas cerebrales y la Optometría Comportamental estudia el procesamiento visual y cómo se recupera a nivel cerebral la información visual. El 80% de la información que recibimos entra por los ojos, cuando entra mucha cantidad y no se procesa bien, es donde se pierde la concentración y muchas veces la persona es diagnosticada con otras afectaciones, cuando lo único que ocupaban era terapia comportamental en vez de medicamentos”, explicó el Dr. Murillo.
Alerta ante los síntomas
El experto añadió que los síntomas más comunes son que los menores se acerquen mucho a los cuadernos, se tapen un ojo para escribir o que les de sueño en clase, esto los lleva a bajar su rendimiento académico y de adultos llegan a ser personas ineficientes en el trabajo, ya que se les dificulta planificar e incluso confunden la derecha con la izquierda.
“Ante alguno de estos síntomas es importante llevar a los chicos a ser examinados o incluso si fueron diagnosticados con déficit atencional o hiperactividad y su concentración todavía se mantiene en la famosa mosca y no en la pizarra”, enfatizó el Dr. Murillo.
En la Fundación Luz, Sonrisa y Salud también se da Terapia Visual, conocida como Entrenamiento Visual, que trata de diversas sesiones donde se hacen ejercicios visuales para pacientes que presentan ojo desviado o en niños con ojo vago, que a pesar de utilizar anteojos o lentes de contacto no se recuperan en un 100%.
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“La ambliopía u ojo vago se da cuando uno de los ojos no ve bien, al mandar una imagen borrosa y una bien enfocada el cerebro decide no usar el ojo con la imagen borrosa y ahí es donde se da la pérdida parcial de la agudeza visual. Si esto no se trata a tiempo, corregirlo se torna más complicado conforme pasan los años”, detalló el especialista.
El especialista emplea las terapias más innovadoras del mercado en las sesiones que atiende en la Fundación, donde se utilizan filtros de colores para recuperar en su totalidad el ojo del paciente, así como videojuegos que ayudan a la reeducación del ojo afectado. Se trata de sesiones de 45 minutos con leves descansos, para evitar pasar mucho tiempo frente a la pantalla.
Fuente: AdiarioCR