Sabana Iglesias.- Desgarradoras escenas de dolor y de incertidumbre viven en este municipio, donde ya se cuentan tres muertos de los 28 obreros que se infectaron al hacer contacto con excremento de murciélagos. Familiares de las víctimas pararon sus lágrimas para manifestar la indignación por lo que entienden ha sido una falta de respuesta y apoyo de las autoridades.
Fue ayer cuando representantes del Ministerio de Salud acudieron a conocer cómo se infectaron 28 obreros que contrajeron la histoplasmosis mientras hacían labores de limpieza en un túnel que da acceso a la presa de Tavera.
Basilio Fernández, hermano de la tercera víctima, se lamentó de cómo le fue entregado el cadáver de su hermano Tomás Fernández, quien murió tras una semana ingresado en la clínica Corominas. “Nos sentimos burlados”, dijo, al referirse a sendos arreglos florales enviados a la familia por la Empresa de Generación Hidroeléctrica Dominicana (Egehid) y el Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos (Indrhi), responsables del túnel.
Vivencia traumática
Daury Paniagua, familiar de una de las víctimas mortales, dijo que están alarmados por la actitud del Ministerio de Salud Pública.
“Exigimos que limpien el túnel, nos han dejado claro que no tienen personal para realizar este trabajo, no nos dan la cara y tenemos pánico de que se contagien otras personas”, expresó.
En tanto que Mariano de Jesús Franco, refirió que los moradores de Sabana Iglesia toman sus propias medidas de seguridad y ante la falta de acción de las autoridades, utilizan tapa bocas y evitan cruzar por las proximidades del conducto. Aproximadamente medio kilómetro de distancia divide la comunidad de San Pedro con el referido túnel y los moradores muestran temor por desconocer la enfermedad que ha apagado la vida de sus compueblanos.
Pablo Batista, alcalde de Sabana Iglesia, ha marchado al lado de sus compueblanos e indicó que se mantendrán en pie de lucha, hasta tanto reciban auxilio del Ministerio de Salud Pública, la Egehid y del Indrhi.
En tanto que el sindicalista Santiago Rodríguez lamentó que no se les entregara a los obreros los equipos para protegerse, ya que quienes los contrataron estaban conscientes de los riesgos que implica hacer este tipo de trabajo.
“La planta de tratamiento que suple de agua a miles de viviendas y el área contaminada está localizada a unos 250 metros aproximadamente de nuestras viviendas, y de lado abajo está el contra embalse donde hay peces y tenemos mucho temor”, expresó el ciudadano Pedro Antonio Díaz.
De los afectados, nueve fueron despachados a sus casas, según sus familiares, a morir, mientras cinco continúan conectados a una máquina y el resto ingresados en diferentes centros de salud, incluida una menor de edad, hija de una de las víctimas que se encuentra en estado delicado en la clínica Materno Infantil de Santiago.