San José.- Aunque el uso de aguas termales para relajación es seguro, los dueños de centros de aguas termales deberán cumplir con una rotulación que advierta a sus visitantes que no se debe sumergir la cabeza ni rociar a otras personas para evitar la meningitis amebiana.
Esa enfermedad, que en el 97% de los casos es mortal, se contrae al inhalar la ameba Naegleria fowleri, un microorganismo que comúnmente habita ese tipo de aguas.
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Esta medida de dotar de rotulación se optó tras el deceso de un joven de 15 años a inicios de enero y tras el egreso hospitalario de una niña de cuatro años, casos que reflejan la presencia de la ameba en Costa Rica, la cual ha sorprendido al considerar que el parásito afecta solo a un individuo por cada 2,5 millones de personas.
Por medio de una orden sanitaria se obligará a colocar rótulos en la entrada, el parqueo y en cada una de las piscinas con las que cuente. Para cumplir esto los establecimientos tendrán cinco días.
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Además, la medida pide la inhabilitación del uso de toboganes, ya que por el mismo peso del cuerpo hay un mayor riesgo que se sumerjan las personas y así entre el agua en contacto con la nariz y facilite que el microorganismo ingrese.
Este punto lo deben cumplir de inmediato, pero también se les dará la opción de sustituir el agua termal y que se convierta en una piscina regular.
Con estas medidas no se pretende desincentivar la visitación en estas zonas, sino prevenir los casos de infección, aclaró el Ministerio de Salud.
Pero de nada sirve que los establecimientos cuenten con la información si los visitantes no las acatan; es por eso, que se hace un llamado especial a quienes acuden con menores de edad.
“Si se siguen las recomendaciones que estamos indicando, es sumamente seguro disfrutar de las aguas termales. Es importante indicar –sobre todo para quienes acuden con niños- que esas aguas son para relajamiento y que para los niños, por su dinámica, podría ser riesgoso. Son consideraciones que tenemos que hacer que la población entienda y que estén sujetas a regulación”, afirmó Daniel Salas, ministro de Salud.
Pese a que Salud no maneja un número de la cantidad de establecimientos de este tipo que operan en el país, se trata de la séptima actividad que con mayor constancia realizan los extranjeros que visitan Costa Rica.
Entre 2016 y 2018, un 30% de los visitantes disfrutó de este tipo de aguas, de acuerdo con el Instituto Costarricense de Turismo.
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“No queremos alterar ninguna actividad comercial ni turística, pero sí que sean responsables con la población y que eduquen sobre las medidas que se deben tomar”, aclaró Salas.
Por otra parte, se descarta exigir muestreos sobre la presencia de la ameba a estos centros turísticos, ya que no hay relación entre el riesgo de infección con la presencia o concentración de este microorganismo. Además, se trata de una ameba de vida libre y que se puede formar en cualquier momento.
Fuente: La República
