Santo Domingo.-El doctor Rafael Bello, pasado vicepresidente de la Sociedad Dominicana de Geriatría, calificó de penoso el hecho de que República Dominicana no haya organizado una comisión de expertos para acompañar el proceso de toma de decisiones de las políticas nacionales en materia de coronavirus.
Destacó que España, Argentina y otros países, incluyen a médicos de diversas disciplinas.
“No se trata solo de infectólogos, sino que debe ser un equipo multidisciplinario, en el que se incluyan pediatras, intensivistas, nefrólogos, diabetólogos, endocrinólogos, cardiólogos y otras especialistas.
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Dijo que no pueden faltar los geriatras, ya que el 72 % de las muertes y de las ocupaciones de cuidados intensivos corresponde a la población adulta.
El experto seguimiento a los adultos mayores, aseguró que en personas con enfermedad coronaria, diabetes y otras, el Covid es casi una sentencia de muerte, por lo que reiteró que el equipo tiene que ser de múltiples disciplinas.
Explicó que estos profesionales podrían diseñar en conjunto, la forma de controlar la enfermedad y evitar la diseminación.
De igual forma, destacó la importancia de determinar “cuantos respiradores debe estar Salud Publica adquiriendo por cantidad de habitantes por ciudades”.
Agregó que no ser así, se van a llenar los pocos que existen y las personas se mueren nada mas por falta de este dispositivo. “Entonces a comprarlos rápido y la gente muriendo, no es para eso que la gente paga impuestos”.
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Reiteró que aún no han nombrado geriatras “y hay 800 mil personas que no están compensados desde el punto de vista geriátrico y enfrentar la enfermedad con este status quo es casi mortal”, lamentó.
Advirtió “que por no gastar y planear un plan de vacunación nacional se pueden morir nuestros abuelos. Realmente uno ve lo que está pasando, menos en República Dominicana y piensa en qué país estamos”.
“Una epidemia de esta naturaleza paso en 1918 con la gripe española que fue donde comenzó y terminó global con 50 millones de muertes y 500 mil enfermos otro virus”, recordó.
Sostuvo que a diferencia de otras epidemias que afectaban a niños y ancianos, en este caso la mayoría de las víctimas tenían entre 18 y 49 años.
Por Gabriela Mora
