Santo Domingo.-La detección de los problemas congénitos temprano, siempre son un aliciente para los médicos, pero más para los pacientes que se evitarían otras complicaciones.
En el caso de la enfermedades congénitas cardíacas en las mujeres embarazadas, el doctor César Herrera, presidente del Capítulo dominicano del Colegio Americano de Cardiología, además de las enfermedades que se adquieren con la adultez y la vejez, el corazón puede nacer fallido y estas son las cardiopatías congénitas.
El doctor fue abordado por Resumen de Salud previo a disertar sobre el tema en el pasado «Simposio de cardio-oncología, prevención cardiometabólica y enfermedad cardiovascular en la mujer», organizado por la Sociedad Dominicana de Cardiología (Sodocardio) y el Colegio Americano de Cardiología (ACC), donde dijo que la cardiopatía congénita es un trastorno en la estructura y la función del corazón que surgen desde el nacimiento.
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El experto en cardiología, director del Centro de Cardiología de Cedimat, dijo que las mujeres embarazas con enfermedad congénita no tratada van a presentar abortos espontáneos en un 15 -20 por ciento.
Mientras que el 30 a 40 por ciento pueden nacer con déficit de peso o crecimiento atrasado.
El 25 por ciento de los partos pueden ser prematuros y un cinco por ciento pueden fallecer antes del nacimiento.
Es por eso que ponderó que ante esta situación “estamos ante una tragedia para la madre el feto y la familia”.
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Dijo que la afectación de la enfermedad en el niño va a depender de cuan severa sea en la madre.
Explicó que estas afectaciones se producen por cambios en el útero de la madre, pero que pueden detectarse tempranamente.
Sin embargo, en países en desarrollo como República Dominicana, muchas veces por la falta de acceso a la atención médica, el desconocimiento o una combinación de factores la mujer crece y nunca se da cuente ni se detecta que tiene una cardiopatía congénita hasta que llega a embarazarse.
Afirmó que la enfermedad no tratada representa un alto riesgo para la criatura y para la madre.
En cuanto a las estadísticas, afirmó que “en República Dominicana tenemos poca información, pero con lo que tenemos se calcula que va a nacer un niño o niña de cada mil 200 nacidos vivos con una enfermedad congénita.
“En CEDIMAT tenemos un registro de pacientes ya adultos que han sido operados. Tenemos una prevalencia muy alta en mujeres jóvenes donde el más del 80 por ciento de las mujeres con cardiopatía congénita que tenemos que ya han sido intervenidas están en la edad gestacional”.
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Advirtió que cualquier médico obstetra o ginecólogo se va a encontrar con una mujer embarazada con una cardiopatía congénita ya establecida, por lo que debe tener la información necesaria sobre la enfermedad.
“Lo que se debe hacer es educar a los pacientes, enseñarles los riesgos que tienen el embarazo y la concesión con una enfermedad como esta. Referirlos a un centro donde haya médicos que conozcan sobre esta patología”.
Destacó que el país cuenta con tratamientos médicos e incluso cirugías que se pueden hacer para que esa madre pueda tener un niño sano.
Reiteró que la embarazada con este problema debe ser vista por un cardiólogo que tenga conocimientos en esa área.
En cuanto al abordaje, dijo que se debe hacer “un electrocardiograma, ecocardiograma (ultrasonido cardíaca), resonancia cardíaca o tomografía, para hacer la determinación del diagnóstico y si el riesgo es muy alto hay que tomar medidas (en muchos países se recomienda la terminación del embarazo para salvar la madre), si el riesgo es moderado o bajo, pues el embarazo puede continuar con un seguimiento cercano.
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Las complicaciones más comunes, según dijo son las comunicaciones en las paredes del corazón o agujeros, pero hay otras que son muy severas que se asocian a lo que se llama cianosis de color azul o falta de oxigeno, que son muy peligrosas y requieren tratamientos muy agresivos, incluso cirugías.
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Dijo que hay cardiopatías que se pueden tratar sin cirugías, “otras no, usualmente si la mujer ha llegado a la adultez, probablemente va a tener un alivio con tratamiento, porque las que son lectales, los niños o niñas fallecen en los primeros años de vida”.
Pero hay algunas severas en las que las personas viven una vida relativamente normal y se descubren con el embarazo.
Recordó que estas patologías llevan tratamientos de por vida, muchas veces medicamentos y otras con marcapasos, procedimientos mínimamente invasivos, prótesis, balones y cosas así.
Por Gabriela Mora
