Santo Domingo.- La doctora Elsa Camilo de Amarante, pediatra neumólogo del hospital Robert Reid Cabral, llamó la atención sobre el efecto de la pandemia de covid-19 en la población infantil.
Durante el desayuno virtual de la Sociedad Dominicana de Pediatría en la que abordó el manejo de pacientes pediátricos con enfermedades crónicas y covid-19, dijo que en un estudio realizado en China se estableció que los niveles de gravedad de acuerdo con los síntomas presentados podían clasificarse de diversas formas.
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Entre estas destacó tener a los pacientes bajo control, reduciendo al mínimo las visitas a los centros de salud de estos pacientes.
Habilitar áreas específicas en los hospitales para los pacientes pediátricos con enfermedades crónicas.
Garantizar las medidas de bioseguridad para pacientes, familiares y personal sanitario durante las estancias y visitas hospitalarias.
Mantener el contacto con el pediatra por vía telefónica o videoconferencia (telemedicina).
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Mantener las terapias de las enfermedades crónicas durante la pandemia.
Educar a los pacientes y cuidadores sobre las medidas preventivas y de atención en casa. Refuerzo de las medidas de higienización, lavado de manos incluido.
Solicitar la prueba PCR ante cualquier manifestación clínica compatible con la COVID-19.
Infección asintomática, sin signos clínicos y con imágenes de tórax normales, pero con prueba positiva y leve, que incluye síntomas como fiebre, fatiga, mialgia, tos, dolor de garganta, secreción nasal, estornudos. Algunos casos pueden no tener fiebre o solo tener síntomas digestivos.
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De igual forma, infección moderada a severa que añade a los anteriores síntomas la neumonía, fiebre recurrente y tos seca o tos acompañada de secreciones.
Igualmente, la doctora comentó que el estudio Kids Corona, realizado en Barcelona, España, realizó un seguimiento a 724 niños que habían convivido en el hogar de un progenitor positivo por coronavirus, observándose lo siguiente:
Dijo que los niños se infectaron igual que los adultos cuando están expuestos a una fuente de infección, pero que la enfermedad se manifestó de forma mucho más leve en esta población, pero que pueden tener carga viral baja incluso pasado un mes de que el progenitor o cuidador esté positivo.
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Aislar al enfermo y a las personas que hayan tenido contacto con un enfermo diagnosticado. Aplicar los protocolos de manejo de la COVID-19 e informar a los pacientes y allegados sobre los riesgos de atención a distancia y atención presencial.
Durante la charla, la especialista describió que son las enfermedades crónicas de la infancia, entre las que resaltó el asma, las enfermedades metabólicas como diabetes y obesidad, las cardiopatías, dolencias cardiológicas, hemoglobinopatías, tuberculosis y malnutrición.
