San José.- Hoy se conmemora el Día Internacional de la Persona con Discapacidad y en Costa Rica las cifras son poco alentadoras, revelan un panorama dificil
La Encuesta Nacional sobre Discapacidad de 2018 destaca que un 18,2 por ciento de la población nacional mayor de 18 años, cerca de 670.640 personas, sufre alguna discapacidad.
El 14,4 por ciento de ese 18,2 por ciento presenta un grado severo de discapacidad, mientras que el 3,8 por ciento está en una situación de discapacidad de leve a moderada. De ese mismo total, aproximadamente el 61 por ciento son mujeres y solo el 43,6 por ciento de discapacitados tiene trabajo o busca uno.
El Estado de Situación sobre Niñez y Adolescencia con Discapacidad en Costa Rica, con cifras hasta el 2016, determinó que la pobreza golpea al 43 por ciento de familias que tienen pequeños discapacitados y más del 65 por ciento de las personas con discapacidad no labora, a pesar de que en muchos casos cursó alguna carrera y además se graduó con honores.
Según datos de la Universidad de Costa Rica, un 49,2 por ciento de los discapacitados carece de oportunidades para tener un ingreso digno, vivienda, trabajo, transporte e implementos como audífonos o sillas de ruedas, lo que deteriora su calidad de vida. Cifras mencionan que más de 320 mil personas en esta condición viven en extrema pobreza actualmente sin probabilidades ni siquiera de comida y vivienda dignas.
La tasa de pobreza absoluta entre las personas con discapacidad es de alrededor del 31,5 por ciento, un 10 por ciento más que la tasa de pobreza a nivel nacional, de acuerdo con datos de la Encuesta de Hogares.
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En salud los datos arrojan que el 88 por ciento de las féminas con discapacidad nunca se ha realizado un Papanicolau y pocas tienen acceso a los servicios de los centros médicos de la Caja Costarricense de Seguro Social en sus comunidades porque no son aseguradas por motivos varios. Un porcentaje considerable de esta población es adulta mayor y tampoco tiene pensión del régimen contributivo, lo cual la expone a la pobreza e incluso la violencia doméstica.
A pesar de que Costa Rica ha luchado por tratar de eliminar la discriminación y la falta de oportunidades para las personas con alguna discapacidad, aún nos queda mucho por hacer.
Frente a este panorama las autoridades e instituciones de gobierno deberían ser más rigurosas a la hora de garantizar las cuotas de inclusión a individuos que tengan algún impedimento y lo más importante es que esta no sea una lucha de un día.
Se debe tomar en cuenta que no solo necesitan un espacio en el mercado laboral, sino también desde que están en la etapa de crecimiento deben ser incluidos en programas sociales, deportivos y educativos de calidad para ir acabando las diferencias.
Las acciones son muy pocas por eso debe existir una alianza en este tema entre el Ministerio de Trabajo, la Caja Costarricense de Seguro Social, el Consejo de la Persona Joven, el Consejo Nacional de la Persona Adulta Mayor y el Consejo Nacional de Personas con Discapacidad
