Costa Rica recibirá unas 33.150 dosis semanales de la vacuna contra el nuevo coronavirus SARS-CoV-2 a partir de enero, según estimaciones de la Gerencia de Logística de la Caja Costarricense del Seguro Social (CCSS).
La cifra triplica los registros recibidos hasta este momento: un primer lote de 9.750 dosis, que ingresó el 23 de diciembre pasado; y uno segundo con 11.700 unidades que llegará esta misma semana.
La campaña de vacunación arrancó esta semana, sin embargo, es un proceso que lleva tiempo y requiere del resto de medidas sanitarias para reducir los contagios.
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Las vacunas contra el nuevo coronavirus de Pfizer y BioNTech —las primeras en ser probadas por las autoridades sanitarias y en llegar al país— se caracterizan porque requieren de dos aplicaciones para alcanzar su mayor efectividad; es decir, se aplica una primera dosis para alcanzar una protección media, la cual se tiene que reforzar 21 días después con una segunda dosis y un reposo de siete días.
La CCSS además comunicó que las primeras personas que recibieron la vacuna contra el Covid-19, la semana pasada, se encuentran en buen estado de salud y que el efecto secundario que más han experimentado se trata de un dolor leve en el brazo, como el que dejan otras aplicaciones.
Las autoridades de salud nacionales establecieron cinco grupos de vacunación que serán inmunizados prioritariamente en un orden predefinido: primero, adultos mayores y personal de primera respuesta; segundo, personas mayores de 58 años con o sin factores de riesgo; tercero, personas de entre 18 y 58 años con factores de riesgo; cuarto, funcionarios del MEP, de educación privada, funcionarios del Patronato Nacional de la Infancia (PANI), personal de centros penitenciarios y privados de libertad; y quinto, estudiantes de salud, técnicos afines a la CCSS y personas de entre 40 y 57 años que realizan actividades de contacto.
Las autoridades de la CCSS han insistido en que la aplicación de la vacuna es un proceso complejo que requerirá tiempo, pues se necesita una una gran logística para evitar desperdicios de las dosis, que requieren estrictos cuidados de temperatura.