Santo Domingo.- El día a día de los profesionales de la salud tanto en República Dominicana, como en el resto de los países, desde la llegada de la pandemia, cambió.
El médico residente de Medicina Interna en CEDIMAT, Gabriel Smester, ha relatado lo que le ha tocado vivir de muy cerca con pacientes, muchos de ellos, amigos y familiares de amigos, que se habían contagiado del virus respiratorio.
En una serie de tweet, Smester menciona que al principio de la pandemia se contagió con el covid-19, pero que afortunadamente salió airoso de la enfermedad.
Contó como veía que los pulmones de sus pacientes carecían de capacidad de expansión, y que en muchos casos, lo más difícil era decirle, a esos pacientes que se encontraban completamente lúcidos, “pero jadeando por aire”, que debía intubarlos.
Mientras que debía aprovechar el momento, para las despedidas, “por si el resultado final no era favorable, como muchas veces pasó”, detalla.
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Smester ha sido uno de esos héroes sin capas, que ha luchado, de manera ininterrumpida, desde el primer día que la enfermedad respiratoria llegó al país.
Debido a eso, el médico internista se vio obligado a encerrar a sus padres y pasar más de 5 meses sin verlos, para proteger su salud.
En estos meses, tras perder a pacientes y festejar a otros que pudieron ganar la batalla al covid-19, aseguró que tras dedicar días completos a lectura intensivista del manejo de la enfermedad, “todo quedaba desmentido de un momento a otro y tocaba comenzar de cero, una y otra vez”, dijo.
Sin embargo, aclara que en los últimos 100 años la expectativa de vida se ha más que duplicado, en gran medida gracias al desarrollo de la medicina en el manejo de infecciones y luego en manejo de enfermedades del envejeciente.
Por esa razón y a pocas horas del inicio del Plan Nacional de Vacunación, pide a la población vacunarse, y que al igual que él, no le dediquen tiempo a quienes cuestionan a la ciencia.
Por Dayana Rodríguez Azócar
