¡Por fin vacunas sin pinchazo! Científicos apuestan a tecnología 3D

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por-fin-vacuna-sin-pinchazo-parche-3d--6432_620x368.jpgSanto Domingo.- Actualmente la mayoría de las vacunas se administra con inyecciones con aguja hipodérmica. Pero las inyecciones no son necesariamente la forma más eficiente o eficaz de administrar una vacuna, esto fue descrito por los científicos en el Proceedings of the National Academy of Sciences de Estados Unidos.

Los científicos han estado experimentando con parches de microagujas para administrar una vacuna sin dolor en la capa más externa de la piel con docenas de agujas extremadamente pequeñas recubiertas con la solución de la vacuna.

Según información publicada en medscape.com, los investigadores han encontrado un método de impresión 3D que les permite personalizar las formas de las microagujas en los parches para diferentes patógenos, como la gripe, el sarampión, la hepatitis o la COVID-19.

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Pequeñas agujas con grandes ventajas

Investigaciones anteriores han demostrado que la aplicación de vacunas en la piel puede provocar una respuesta inmunitaria más fuerte porque la piel tiene una alta concentración de células inmunitarias. Pero las inyecciones pueden ser dolorosas y requieren de proveedores médicos capacitados.

Las microagujas administran la vacuna en la piel sin dolor y sin necesidad de un médico capacitado. De hecho, una persona puede incluso administrarse la vacuna a sí misma.

Las agujas, hechas de metal, silicona o plástico, son tan pequeñas que solo perforan la capa más externa de la piel. La perspectiva de una vacunación indolora sin una aguja hipodérmica puede aliviar la ansiedad en las personas que temen a esta.

Los científicos también pueden almacenar los parches secos después de cubrirlos con la solución de la vacuna, por lo que no se necesita preparación antes de administrar la vacuna y es posible que los parches ni siquiera requieran almacenamiento en frío.

Este último estudio sugiere que los parches generan una respuesta inmune más fuerte que las inyecciones estándar, lo que permite una dosis más pequeña que los métodos tradicionales de administración de vacunas y posiblemente menos efectos secundarios.