Un nuevo estudio describe cómo las larvas para la terapia de desbridamiento con gusanos (TDG) pueden ser modificadas genéticamente para liberar un factor de crecimiento humano que estimula activamente el crecimiento celular y la curación de las heridas.
Investigadores de la Universidad Estatal de Carolina del Norte (NCSU; Raleigh, EUA) y la Universidad Massey (Wellington, Nueva Zelanda) desarrollaron una tecnología de concepto de TDG que se basa en cepas transgénicas de larvas de Lucilia sericata (mosca verde botella) que expresa y secreta un factor de crecimiento-BB derivado de las plaquetas humanas (PDGF-BB) a niveles detectables en la hemolinfa del adulto, el lisado larval completo y las excreciones/secreciones (ES) del gusano, con el potencial de tener utilidad clínica en la curación de heridas.
Los investigadores realizaron una inserción de transgenes en varias cepas de L. sericata, y ensayaron dos maneras de hacer que los gusanos produjeran y secretaran PDGF-BB cuando son impactados con calor hasta 37 °C; pero aunque el calor hizo que los gusanos produjeran la hormona, no la liberaron. El otro sistema para mediar la expresión PDGF-BB, fue el de criar a los gusanos con una dieta que careciera de tetraciclina, fue más exitosa, logrando niveles altos de factor de crecimiento. El estudio fue publicado el 22 de Marzo de 2106, en la revista BMC Biotechnology.
El PDGF-BB humano es un factor de crecimiento péptido dimérico secretado que estimula la proliferación celular y la supervivencia, promueve la cicatrización de las heridas, y ha sido investigado como un posible tratamiento tópico para las heridas que no sanan. La ingeniería genética ha permitido la expresión y secreción de factores de crecimiento humanos y otras proteínas en insectos transgénicos.