Difunden precariedades emergencias en el Nordeste

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El perihospi.jpgódico Listín Diario continuó con una serie de reportajes sobre las emergencias y otros servicios hospitalarios, pero ahora reseñando las precariedades en la región Nordeste del país.

Les dejamos el texto:

Médicos y pacientes consultados aseguran que la situación se refleja con mayor gravedad en el hospital regional universitario San Vicente de Paúl de esta ciudad, donde, al igual que los demás de la zona, hay carencias y deficiencias en las áreas de emergencias, cuidados intensivos, maternidad, los equipos, camas, sillas y en el personal médico, paramédico y especialidades.

Periodistas de este diario recorrieron los principales centros médicos públicos del Nordeste, encontrando en cada uno de estos un personal dispuesto a sacrificarse y servir con entusiasmo, disposición que se ve cortada por las precariedades en que se desenvuelven dichos centros.

Personal de enfermería y pacientes consultados denunciaron que la situación que encaran esos centros de salud es grave y que, como carecen de recursos económicos, tienen que laborar en medio de grandes dificultades. Durante la visita a los centros asistenciales del Noreste fue imposible consultar a los directores de los hospitales Pascasio Toribio, de Salcedo, Brenda Camilo;

Ambrosio Rosario, del San Vicente de Paúl, de San Francisco de Macorís y el de Nagua, pero no fue posible, debido a que, según se informó en cada centro, se encontraban en Santo Domingo.
Testimonios

Josefina Tifá, residente en la localidad de Jayabo, de Salcedo, provincia Hermanas Mirabal, se queja porque tiene varios días visitando el hospital Pascasio Toribio buscando tratar un problema que tiene en las extremidades superiores e inferiores, y que a pesar del dolor que siente acompañado de calambres que le impiden caminar, “nadie me quiere atender”.

“Siempre me dicen que no hay médicos ni espacios para atenderme, y que espere, porque hay más pacientes con situaciones de salud mucho más grave que la mía”, se quejó la enferma.

Con relación a este tipo de situación, el encargado de la unidad de Gineco-obstetra del hospital regional universitario San Vicente de Paúl de San Francisco de Macorís y presidente del Colegio Médico Dominicano (CMD), en la zona, José Polanco Liranzo, declaró que la Unidad de Emergencia de ese centro recibe cada día entre 200 a 300 personas, pero allí se carece de ventiladores, desfibriladores, camas y otras herramientas importantes.

Polanco Liranzo agregó que en Emergencia solo disponen de un ventilador y un desfibrilador, cuando al menos se necesitan cinco a seis para poder atender con rapidez a los pacientes que llegan en estado crítico. Subrayó que la situación en los hospitales de Nagua y Samaná, es peor y que por esas dificultades los médicos transfieren los pacientes a San Francisco de Macorís “hasta por una simple fiebre”.

Igualmente declaró que en el San Vicente de Paúl solo tienen una ambulancia, pero que necesitan de otras tres, porque cuando trasladan de emergencia a un paciente hasta Santiago o la capital, la zona se queda desprovista, lo que pone en peligro el estado de salud de otros pacientes que necesitan atención urgente.

“Hay carencia de personal y de ocho quirófanos solo están trabajando tres”, declaró. Asimismo, explicó que por ser el San Vicente de Paúl un hospital que abarca las provincias Duarte, Hermanas Mirabal, María Trinidad Sánchez y Samaná, amerita de un área de emergencia más amplia, con más equipos y con mayor personal.

Conforme al médico, muchos pacientes de las provincias Hermanas Mirabal, María Trinidad Sánchez y Samaná, llegan al San Vicente de Paúl por problemas de salud que podrían resolver en sus localidades, pero que, como esos centros no disponen de los equipos, personal y las herramientas necesarias para atenderlos, optan por trasladarse a San Francisco de Macorís.

 

Falta equipos y camas

“Se necesita que haya una intervención de Salud Pública en la Regional para que pueda resolver esos problemas y no transferirlos al San Vicente de Paúl hasta por una fiebre”, declaró.

Sin embargo, aclaró que ante la falta de equipos, personal médico, de apoyo, los familiares de los pacientes temen que se les mueran en esos hospitales, donde los médicos laboran a manos peladas.

Por igual refirió que el área de Cuidados Intensivos del San Vicente de Paúl, apenas tiene tres camas, cuando debería tener diez camas, debido a la cantidad de personas que llegan accidentados y politraumatizados.

Otro de los problemas expuestos por el jefe de unidad del hospital de San Francisco de Macorís, son los conflictos violentos que se originan en la Emergencia. Además refirió que en lo que corresponde al hospital regional San Vicente de Paúl, solo hay cuatro anestesiólogos, y que los médicos se disputan la operación de pacientes, pero que no hay especialistas suficientes en esa materia.

 

Área materna

En lo referente al área de Maternidad, Polanco Liriano, que es encargado de la misma, informó que allí carecen de todos, incluso el único sonógrafo que tenía se dañó, se lo llevaron y no han valido las solicitudes y reclamos para reincorporarlo o sustituirlo a fin de que a los pacientes se les pueda practicar su sonografía sin la necesidad de salir a las calles a gastar dinero, pero “hasta ahora nadie me ha hecho caso”.

“Los médicos y las enfermeras estamos trabajando con muchas presiones, estamos asustados, nos exigen, pero no hay de nada en los hospitales”, se quejó. Refirió que el hospital fue construido para una capacidad de 50 camas y que hoy dispone cerca de 250 camas. Indicó que están reconstruyendo las salas, pero a la vez acortándolas, lo que significa que están disminuyendo el número de camas.

En el hospital San Vicente de Paúl, la sala de Cuidados Intensivos apenas cuenta con tres camas, cuando debería tener por lo menos diez, debido a la cantidad de personas que llegan accidentados y politraumatizados. Afirma que una de sus principales preocupaciones es que con frecuencia se presentan conflictos violentos en el área de emergencia ante las precariedades para atender a los pacientes.

Pide que se termine la reconstrucción del centro y que se nombre un mayor personal médico, paramédico y administrativo, para poder garantizar un mejor servicio de calidad y calidez. Situación similar padecen los hospitales y las emergencias de Nagua, Samaná y otros municipios del noreste.