El di
rector nacional de Salud atribuyó las altas cifras en mortalidad neonatal e infantil a falta de educación, de condiciones económicas y sociales adecuadas y por el abuso de las cesáreas, que a nivel público es de un 50% y privado de un 90%.
Nelson Rodríguez Monegro dijo que a esas causas se les pueden agregar las condiciones de salud de las madres, y el seguimiento de la atención prenatal.
En tanto que la presidenta de la Sociedad Dominicana de Pediatría calificó de vergonzosa las cifra presentadas por el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), que ubican a República Dominicana en el segundo país de la región con mayor índice de mortalidad neonatal y materno-infantil.
La doctora Sandra Orsini consideró que esos resultados muestran la penosa realidad del Sistema de Salud dominicano, presentan además el compromiso que debe asumir el país para reducir de 26 por ciento la mortalidad neonatal a por lo menos un 15 por ciento.
“Son cifra que llaman a un compromiso mayor y no seguir dando pasos hacia atrás sino adelante”, aseguró.
Explicó que para la Sociedad de Pediatría sigue siendo un compromiso trabajar para reducir la cifra.
Sostuvo que es importante que el compromiso sea generalizado, que envuelva el Gobierno para suplir los recursos, el personal de salud y la ciudadanía que conozca los derechos que le asisten y exija.
Para cambiar esa realidad “se necesita el empoderamiento y el trabajo de la ciudanía y el personal de salud”.
Calificó de bochornoso que el país tenga uno de los peores índices de la región cuando ha avanzado tanto en aspectos tecnológicos y de infraestructura.
Fijo que “es imposible que en un país donde el 80 por ciento de los partos son institucionales y asistidos por médicos tengamos una tasa de morbimortalidad materna y neonatal tan espantosa”.
Expresó que esas cifras llaman a los pediatras, obstetras, enfermeras, trabajadores comunitarios, gerentes de centros de salud a trabajar de la mano en prevención, educación, lactancia materna, prevención del embarazo en adolescente y sobre todo a ofrecer chequeos prenatales con calidad y calidez.
Consideró que hay un compromiso que debe ser asumido por el Estado, concerniente al equipamiento de las unidades de los Niveles de Atención Primaria y las unidades neonatales.
La doctora Orsini se pronunció al respecto tras participar en el lanzamiento del programa “Hospital amigo del bebé”, estrategia con la que la Unicef busca disminuir la mortalidad materno-infantil, puesta en ejecución en conjunto con el Servicio Nacional de Salud.
