El doctor Luis Taveras es coordinador de la Dirección General de Residencias Médicas y Postgrado, del hospital Central de las Fuerzas Armadas; y además es presidente Grupo Médico San Martín.
De él, Resumen de Salud quiso obtener una opinión sobre los programas de residencia, que si considera que son suficientes, que si los médicos salen bien preparados y otros tópicos.
En resumen, plantean que “no hay cama para tanta gente” o que son pocas las plazas para tantos médicos, que deben mejorarse los programas y que los desafíos de los graduados en ésta incluyen negación de las ARS con el tema de los códigos.
Les dejamos la entrevista al doctor Taveras:
“La residencia de ginecología y obstetricia del hospital de las Fuerzas Armadas anda muy bien. Los residentes nuestros salen muy capacitados, son quienes ganan la subespecialidad en los demás hospitales del país.
Los médicos egresados de esta residencia, cuando hay concursos son los que ganan.
“Hay una dificulta por excesos porque los médicos tienen que entender que no todos se pueden graduar de ginecólogos obstetras. Pienso que se debe hacer un estudio de cómo andan las residencias no solo es esta especialidad, sino a nivel general para ver cuáles son las especialidades que el país necesita.
“Hay muchas especialidades que están sobrecargadas, en este caso obstetricia y ginecología. Debemos evaluar cuál es la especialidad que tiene menos especialista y luego proceder a la preparación.
“Todos los años no podemos graduar tantos ginecólogos obstetras cuando hay especialidades como atención primaria en las que hacen falta especialistas.
“Para optar por una residencia en este (hospital de las FFAA) y cualquier hospital los médicos tienen que pasar el examen que ofrece la Universidad Autónoma de Santo Domingo; luego que pasan este examen califican para la entrevista que se realiza en la escuela de los diferentes centros.
“El que no pasó el Examen Unico de Residencias se quedó ahí, porque no puede entrar a la especialidad”.
“El problema de las plazas es porque todos los aspirantes a residencias, luego de tomar el examen, son evaluados por el Ministerio de Salud Pública y las mejores notas son las que admiten para las diferentes plazas.
“Anteriormente, lo que se hacía era que se examinaban en el hospital al inicio; luego en la universidad (la UASD) y Salud Pública les daba el contrato.
“Considero que el programa hay que mejorarlo desde la universidad para que los médicos salgan mejor formados, porque realmente convoca a los médicos a un examen y solo el 40 a 50 por ciento es que pasan, cuando debería ser por encima del 80 por ciento quienes obtengan una buena calificación.
“Desde la formación tenemos dificultades con la enseñanza. Para entrar a un programa se debe tener un mínimo de 65 puntos.
“En términos de empleo, la demanda de especialistas es mayor que la oferta que tenemos, pero éstos también requieren de otra especialidad.
“Los médicos egresados de las diferentes especialidades, incluida ginecología y obstétrica, también enfrentan inconvenientes con las ARS, porque no quieren darles códigos para poder trabajar en las clínicas”.
