Trastornos de la salud mental; padecimientos silenciosos acabando con la humanidad 

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REDACCION.- La mala salud mental se asocia en muchas ocasiones a los cambios sociales rápidos, a las condiciones de trabajo estresantes, discriminación, mandatos de género, exclusión social, modos de vida poco saludables, riesgos de violencia, mala salud física, entre muchos otros factores, indicó Clarissa F. Etienne, directora de la Organización Panamericana de la Salud.

En Querétaro así como en territorio mexicano y a nivel internacional son muchos los casos donde personas aparentemente “normales” se encuentran en depresión o algún otro tipo de trastorno y quienes están a su alrededor incluyendo la familia no se percatan que hay una enfermedad latente que puede tener fatales consecuencias.

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Depresión

Uno de los mayores problemas es la depresión o trastorno depresivo mayor (TDM), una patología del estado de ánimo que causa un sentimiento de tristeza constante y una pérdida de interés para realizar diferentes actividades. Su impacto en la población es cada vez mayor, atrayendo la atención de autoridades y de la población en general, ya que sus síntomas pueden causar una variedad de problemas físicos y emocionales que impiden la realización de actividades cotidianas, reveló el médico psiquiatra Ángel Archundia.

“La depresión no cuenta con una terapia sencilla que tenga cura de la noche a la mañana, su tratamiento es a largo plazo y requiere de la ayuda de diversos especialistas. El TDM no es una debilidad, pero es considerada una discapacidad”, aseguró el especialista.

Según artículos publicados por la Organización Mundial de la Salud (OMS), hay varios síntomas que se pueden considerar para saber que una persona padece este trastorno, sin embargo ante cualquier síntoma de alarma lo mejor es acudir con el especialista, quien será el encargado de diagnosticar y dar el tratamiento adecuado al paciente.

ESTRÉS LABORAL

Según datos revelados por la OMS se estima que el 75 por ciento de las personas trabajadoras en México padecen los efectos de un estrés laboral crónico, siendo el segundo país con mayores incidencias a nivel mundial. Según cifras de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) 8 de cada 10 personas trabajadoras en México, viven con estrés laboral, mismos que elevan niveles de estrés, y estos a su vez elevan los niveles de cortisol en el cuerpo a tal punto que puede desencadenar enfermedades autoinmunes, cardiovasculares o de orden metabólicas entre muchas otras.

Los padecimientos mentales están relacionados con varias patologías y por desgracia aún en este siglo continúan siendo un tema tabú, “las familias, los pacientes y el círculo cercano no hablan de este tipo de trastornos, siempre se trata de esconder los sentimientos para no parecer tontos o débiles; no es malo llorar, no es malo decir que estás triste y que alguien más minimice tus sentimientos. Es válido hablar y pedir ayuda”, advierte el especialista Archundia.

Los sentimientos y emociones de los que somos conscientes son aquellos que hemos aprendido a reconocer y a nombrar. “Nombrar y reconocer las enfermedades mentales es un paso importante hacia la lucha contra el estigma y prejuicios que pesan sobre éstas», se lee en el artículo “Finding the right words” de David Bjerklie.

ANSIEDAD

La ansiedad es otro de los temas de salud silenciosos que afectan a una buena parte de la población, cuando una persona tiene síntomas de ansiedad nota sensaciones físicas como palpitaciones o mareos. Esto ocurre porque las situaciones de peligro sean reales o imaginarias producen reacciones a nivel cerebral y hormonal que activan el cuerpo como si se tratara de una amenaza y toda la atención de la persona se dirige hacia esta situación para huir del peligro y sobrevivir.

Cuando una persona experimenta un periodo de ansiedad comienza a respirar más fuerte, esto lo hace de manera que su cuerpo busca tener más oxígeno, el corazón late más rápido, los músculos se tensan, entre otros síntomas. Una vez que la persona que experimenta un episodio de ansiedad y “cree” que pasa el peligro o que no hay una amenaza real, la alarma a nivel cerebral se desactiva, el sistema nervioso se reequilibra y el miedo disminuye.

Cuando la ansiedad es desproporcionada se convierte en algo más que simplemente sentirse nervioso o preocupado en situaciones estresantes, convirtiéndose en un trastorno mental que puede afectar la calidad de vida de manera significativa, interfiriendo en las actividades diarias y las relaciones personales.