Al suelo la anestesia en el parto

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El mantenimiento de la infusión epidural no tiene ningún efecto sobre la duración de la segunda etapa del trabajo de parto en comparación con una infusión de placebo, según un nuevo estudio publicado por el portal www.hospimedica.es

Investigadores del Centro Médico Beth Israel Deaconess (BIDMC, Boston, MA, EUA) y la Universidad Médica de Nanjing (China) realizaron un ensayo doble ciego, aleatorizado, controlado con placebo, en el que participaron 400 mujeres nulíparas con embarazos únicos que solicitaron analgesia epidural.

Todas las mujeres recibieron analgesia epidural, controlada por la paciente, para la primera etapa del trabajo de parto con ropivacaína al 0.08% y 0.4 microgramos/ml de sufentanil. Al inicio de la segunda etapa del trabajo de parto, las mujeres fueron aleatorizadas para recibir una infusión ciega de la misma solución o infusión de solución salina de placebo.

El resultado primario fue la duración de la segunda etapa del trabajo de parto. Los resultados revelaron que la duración de la segunda etapa del trabajo de parto fue similar entre los grupos, con 52 minutos.

La tasa de parto vaginal espontáneo también fue similar, en el 96,5% para la infusión epidural en comparación con el 99% para la solución salina. Las puntuaciones de dolor también fueron similares entre los grupos en cada medición durante la segunda etapa, así como la incidencia de episiotomía, la posición del feto al nacer, las puntuaciones Apgar, el pH de la arteria umbilical o cualquier otra medida de bienestar fetal. El estudio fue publicado el 6 de octubre de 2017 en la revista Obstetrics & Gynecology.

“Descubrimos que el intercambio del anestésico epidural con un placebo con solución salina no cambiaba la duración de la segunda etapa del trabajo de parto. Ni siquiera los puntajes de dolor fueron estadísticamente diferentes entre los grupos”, dijo el autor principal, Philip Hess, MD, director de anestesia obstétrica en el BIDMC. “Éticamente, si los medicamentos epidurales producen un efecto negativo en la segunda etapa del trabajo de parto, uno podría argumentar que un leve aumento en el dolor materno podría equilibrarse con un parto vaginal exitoso. No vimos ningún efecto negativo, pero la analgesia epidural en la segunda etapa del trabajo de parto sigue siendo controvertida y merece estudios de seguimiento”.

La analgesia epidural, que se logra mediante una mezcla de anestésicos y narcóticos administrados mediante un catéter colocado cerca de la columna vertebral, se considera el método más eficaz para aliviar el dolor del parto.

En uso generalizado desde la década de 1970, se ha pensado desde hace tiempo que las epidurales ralentizan la segunda etapa del trabajo de parto, que comienza cuando el cuello uterino está completamente dilatado y termina cuando el bebé nace.

Debido a que una mayor duración de esta etapa del trabajo de parto se asocia con resultados adversos, los obstetras rutinariamente reducen o interrumpen el manejo del dolor epidural en un esfuerzo por agilizar esta etapa principal del parto.