Dentro del marco del XXV Congreso Dominicano de Gastroenterología celebrado en un hotel de Bávaro, Amadita Laboratorio Clínico auspició la conferencia titulada “Avances en el manejo de los pacientes con hepatitis C: evolución clínica y científica”.
Fue impartida por el doctor Fernando Besssone, profesor titular de Gastroenterología, especialista en hepatología clínica de adultos de la Facultad de Medicina de Rosario, de la Universidad Nacional de Rosario, Argentina.
El doctor Bessone destacó que la hepatitis C representa todavía hoy un verdadero desafío en el manejo terapéutico y en el esfuerzo que significa erradicar la enfermedad en forma definitiva del planeta.
Se trata de una enfermedad heterogénea y multifacética que es capaz de generar diferentes escenarios en la práctica clínica. (Pacientes dializados, trasplantados, HIV entre los más conspicuos).
El arsenal terapéutico cuenta con una lista importante de compuestos que suelen ser utilizados en forma combinada y libre de interferón; a pesar de que en situaciones donde se disponga de un solo agente (daclatasvir, simeprevir o sofosbuvir), la utilización de interferón más ribavirina podría estar autorizada en dicho esquema de tres drogas.
Hoy contamos con varios agentes y esquemas aprobadas por FDA para tratar genotipo 1, como son sofosbuvir / daclatasvir, sofosbuvir /ledipasvir, sofosbuvir / simeprevir, paritaprevir- ritonavir/ombitasvir/dasabuvir, grazoprevir/elbasvir y sofosbuvir /velpatasvir.
La mayoría de estos esquemas alcanzan una tasa de respuesta virológica sostenida mayor al 90% y con varios de ellos mayor al 95%. Si consideramos genotipos 2 y 3, el espectro terapéutico es menor y solo contamos con esquemas pangenotípicos como son sofosbuvir / daclatasvir y sofosbuvir / velpatasvir, donde este último logra una respuesta del 100 en genotipo 2
Es importante tener en cuenta que una vez comenzado el tratamiento antiviral, la respuesta debe ser controlada a la semana 4, semana 12 y 12 semanas luego de finalizado el mismo para documentar la respuesta virológica sostenida (curación).
En tal sentido, es prioritario tener en cuenta que la metodología para la medición de la respuesta virológica debe ser el testeo cuantitativo de la carga viral. No se debe utilizar metodología de PCR cualitativa debido a que esta posee una sensibilidad menor a la utilizada para la prueba de cuantificación del HCV RNA.
Los métodos mayormente utilizados en la práctica clínica y validados por la OMS, son Cobas TaqMan HCV Test (Roche Molecular
Systems), COBAS TaqMan HCV Test v2.0 for use with High Pure System (Roche Molecular Systems), Abbott RealTime HCV Assay (Abbott Diagnostics) y Cepheid Xpert® HCV Viral Load (AMADITA). Este último, es el que presenta el valor de sensibilidad y detección más bajo, con un cutoff de 10 UI (Unidades Internacionales) y está disponible en Amadita laboratorio clínico en su Laboratorio Principal ubicado en Gazcue y abierto las 24 horas.
Si bien el pico de la enfermedad por HCV se espera para el 2030, la concientización del médico, las campañas de detección precoz, sumado a la aceptación de las guías internacionales que indican tratar a la hepatitis crónica C cada vez en estadios más precoces (F2), evitará sin duda las graves consecuencias a largo plazo de la enfermedad; como son la cirrosis descompensada, el trasplante y el hepatocarcinoma.