El exgere
nte del Consejo Nacional de la Seguridad Social (CNSS) opinó que el diálogo entre los médicos y las autoridades parece ser más formal que real.
Arismendi Díaz Santana dijo que las partes están condenadas a entenderse y que la experiencia demuestra que todas las veces que los profesionales de la salud han radicalizado sus demandas siempre se ha llegado a una solución aceptable para ambas partes.
“Quienes conocemos por dentro el sistema público de salud sabemos que muchas de las demandas son justas y recurrentes, debido a que los gobiernos siempre han evadido las reformas”, expresó, en declaraciones difundidas por el periódico Diario Libre.
Considera que el Colegio Médico Dominicano (CMD) tiene poco apoyo de la ciudadanía y la opinión pública en cuanto a la forma y al método de lucha, y mucho respaldo porque sus reclamos son justos.
En cambio, argumenta, las autoridades de Salud tienen el apoyo de la gente que rechaza los paros y huelgas, pero al mismo tiempo desaprueba la situación cuasi calamitosa en que se encuentra la mayoría de los hospitales y centros de salud del Estado.
“Ningún gobierno logró doblegar ni ignorar los reclamos de la antigua Asociación Médica Dominicana (AMD), ni tampoco en su nueva etapa como CMD, demandas que medio siglo después, continúan siendo esencialmente las mismas, debido a que nunca se han aplicado las reformas necesarias”, sostuvo.
Para Díaz Santana no existe justificación alguna de que un país sea, al mismo tiempo, la cabeza del crecimiento económico y la cola del gasto público en salud.
Esta mezquindad pública se traduce en un creciente gasto de bolsillo que compite con la asignación presupuestaria para la salud de las personas. Tampoco se corresponde con las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) de un gasto público del 5% del Producto Interno Bruto (PIB), para un país de nivel intermedio y con una economía floreciente.
Entiende que más tarde o más temprano la balanza se inclinará hacia los médicos, como en las demás ocasiones, por lo que están obligados a entenderse, por lo que espera que pronto reine la sensatez, y que un diálogo franco arroje resultados que supere la coyuntura y contribuya a dar un paso hacia adelante en la solución de fondo de los problemas ancestrales del sector salud.
