El más reciente estudio, impulsado por el Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal), alerta que los bebés expuestos al humo del tabaco pueden sufrir una aceleración del envejecimiento biológico, lo que puede comportar graves problemas para su salud.
El estudio ha analizado datos biológicos de 1.173 niños de entre 6 y 11 años de seis países europeos, incluida España.
Se trata de la primera vez que se evalúan asociaciones entre un gran número de exposiciones ambientales en la infancia temprana y la edad epigenética en población infantil.
En publicación realizada en https://www.mundodeportivo.com/ se evidencia que la principal conclusión es que exponer a los bebés al humo de tabaco, al hollín o al carbono negro conlleva la aceleración del envejecimiento biológico.
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Los científicos ya habían constatado que la exposición a factores ambientales durante el embarazo y los primeros años de vida puede alterar de manera significativa -y a veces irreversible- el metabolismo y fisiología. De ello dependerá el estado de salud en la vida adulta.
La novedad de este estudio actual es que el humo del tabaco también puede acelerar el proceso de envejecimiento biológico en los niños.
Este factor se asocia a un mayor riesgo de desarrollar enfermedades metabólicas, cardiovasculares o neurodegenerativas de adultos.
El envejecimiento es un proceso continuo que comienza desde los primeros años de vida, y se puede medir gracias a relojes epigenéticos, que miden los niveles de metilación del ADN en ciertas regiones del genoma para inferir la edad biológica de una persona.
«El reloj epigenético nos permite evaluar si la edad biológica de un individuo es mayor o menor que su edad cronológica», ha explicado la investigadora del ISGlobal Mariona Bustamante.
