San José.- Actualmente, la Asociación de Farmacéuticos Hospitalarios de Costa Rica propicia la participación del farmacéutico en el abordaje y educación de los pacientes con diabetes mellitus tipo 2 (DM2) tiene un valor indiscutible: son muchos los grupos y perfiles farmacológicos de los agentes hipoglicemiantes y deben acompañarse por cambios en el estilo de vida, cambios que son reforzados por amplia educación y preparación.
En principio, la terapia de la DM2 debe reevaluarse cada 3 a 6 meses y ajustarse según se añadan o reduzcan factores de riesgo y/o comorbilidades. No debe dudarse en añadir otro agente es decir, intensificar la terapia cuando no se logre el objetivo.
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A la hora de prescribir la terapia deben contemplarse, además del costo y las preferencias del paciente, las otras comorbilidades de síndrome metabólico que presente el paciente, pues es cada vez más deseable que, además de la efectividad normoglicemiante y el control de la glicemia y la hemoglobina glicosilada (HbA1C), haya por parte de la terapia antidiabética un efecto positivo en estas otras condiciones, como el estado cardiovascular, renal y de obesidad.
El efecto de los agentes en estas comorbilidades ya se ha estudiado y ha provocado cambios en los protocolos de abordaje de estos pacientes.
Por ello, que la Asociación de Farmacéuticos Hospitalarios de Costa Rica está dedicado a exponer aspectos de muy reciente actualización sobre el perfil clínico de las distintas clases de los agentes antihiperglicemiantes, así como datos de farmacovigilancia y monitorización que pueden resultar útiles al dispensar o hacer seguimiento de estos pacientes.
Si quieres aprender más del tema puedes escribir a ccafhasofaho@gmail.com
Por: Luisa Fernanda Alvarado
resumendesalud@gmail.com