San José.- Con celular en mano, con el expediente clínico digital abierto y en compañía de una enfermera; así es como la doctora María Arlen González Murillo, geriatra de la clínica Marcial Rodríguez Conejo, atiende a sus pacientes, como estrategia de reorganización de servicios que tuvo que hacer debido a la emergencia nacional por COVID-19.
“Había que hacer algo, los pacientes empezaron a faltar más de lo normal, la indicación del Ministerio de Salud ha sido que no salgan de sus casas y mis pacientes todos son de riesgo, los tenía ya citados y los debo atender”, comentó la médica especialista una vez al iniciar la entrevista.
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Ante esta preocupación se comenzó a diseñar una estrategia que permitiera llegar hasta los pacientes y que realmente fuera efectiva, dado que no todas las personas tienen el mismo acceso tecnológico y las mismas posibilidades de recursos.
Así que decidió de su bolsa ir a comprar un chip prepago para que sea éste el número del que ella se comunique con sus pacientes. “Esto ha sido un proceso hasta de aprendizaje para mí también”, confesó la doctora González mientras esperaba a llamar al siguiente paciente.
La cita se realiza por teléfono a los pacientes de consulta externa, pero aquellos que tienen una condición que la especialista debe ver o a los de visita domiciliar, la cita de da por videollamada a través de la plataforma WhatsApp, ya que ésta es la más generalizada en la población y así se reduce el riesgo de limitar el acceso.
En este caso, el familiar o cuidador se convierte en el colaborador más importante; sin embargo, existen unas personas que tienen sus capacidades cognitivas en buen estado, quienes no requieren el apoyo de un familiar para ser atendidas.
“Se les llama el día antes y se les dice que no deben venir presencialmente, que a la hora programada se les llamará por teléfono y se les atenderá, explicó González. Adicionalmente, a los familiares o acompañantes de los pacientes se les recomienda que bajen una aplicación para la toma de signos.
Esta estrategia inició el 19 de marzo anterior, y a juicio de la doctora González, “ha sido un éxito”, ya que, en promedio, su consulta tenía un 30 % de ausentismo; y en el primer día y medio de implementada la cita telefónica, únicamente un paciente no contestó la llamada.
Adicionalmente, la geriatra coordinó con los servicios de laboratorio clínico y farmacia para que ambos aceptaran los comprobantes por medio de fotografía, es decir, que la médica les envía a los pacientes las fotografías de los comprobantes por WhatsApp y éstos las envían así a farmacia y a laboratorio clínico.
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Adicionalmente, para los usuarios de los equipos básicos de atención integral en salud (Ebàis) de Carrizal, San Isidro, Sabanilla y Tiquiste de Alajuela, un vehículo sale todos los días a dejarles los medicamentos y los pañales a esas sedes y así no obligarlos a que se trasladen hasta la sede del área de salud de Alajuela norte.
“Para lograrlo ha sido todo un cambio, una reorganización de varios servicios. De esta forma podemos tener a nuestros adultos mayores bien cuidados”, agregó.
Fuente: CCSS