Balance 2018: tareas pendientes en recursos humanos

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La industria de la salud ha tenido la fortuna de que en su engranaje se han involucrado profesionales de áreas alejadas de la salud, en beneficio de la comunicación, la capacitación, los recursos humanos y la atención. Amelia Reyes Mora, un ejemplo.

Profesional al más alto nivel en el área de comunicación estratégica, así como estratégica es en las políticas de recursos humanos, preside una de las firmas más prestigiosas de comunicación en República Dominicana, AF Comunicación Estratégica, especializada en comunicación en salud y relaciones públicas.

Con ésta llegó al mundo de la salud, con la responsabilidad de cuentas ejecutivas de multinacionales farmacéuticas y hospitales de otras naciones.

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Con ese cordón umbilical también fue electa vicepresidenta de la Asociación Dominicana de Turismo de Salud, desde donde ha dado un impulso al posicionamiento, en la agenda nacional, del nicho y de la entidad.

Les dejamos el análisis que nos hace sobre las debilidades, retos y desafíos del recurso humano en salud:

“El cierre de un año es un momento propicio para reflexionar. Sin embargo, creo que más que ser críticos, debemos ser partícipes de las oportunidades de mejora y la elaboración de un plan de trabajo y metas para realizar los cambios que necesitamos para mejorar el sector salud.

“No cabe duda de que los recursos humanos constituyen un factor crítico en un sistema de salud y que la velocidad con que evoluciona la medicina y la tecnología requieren de un importante dinamismo y adaptabilidad.

“Ante el impacto del cambio de modelo de atención centrado en la enfermedad por un modelo preventivo centrado en mantener la salud y la realidad de la transformación digital global, nos empuja a requerir de nuevas capacidades, talentos y plataformas de educación online, récords médicos electrónicos, software integral clínicos y administrativos, telemedicina, big data e inteligencia artificial.

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“Es imprescindible modernizar al sector salud y para esto requerimos fortalecer la formación y planificación estratégica de los recursos humanos acompañado de acciones de impacto que reflejen los resultados en un plazo razonable. Así lo confirman los estudios publicados por la Fundación Plenitud y su fundadora, la licenciada Magdalena Rathe, la situación del personal de salud se caracteriza por la desproporción de las diferentes categorías de profesionales y trabajadores de la salud, desequilibrada distribución geográfica, escasa coherencia entre los egresados de algunas de las instituciones universitarias y el perfil que se necesita.

“Asimismo, nos advierte de la necesidad de contar con estadísticas de la capacidad instalada del sector salud y sus distintas especialidades para poder reorientar los programas de capacitación de especialistas a las áreas que se encuentran deficitarias y poder planificar de manera oportuna los recursos humanos del sector salud.

“Recordemos los lineamientos de la Estrategia mundial de recursos humanos para la salud: personal sanitario 2030, propuestos por la Organización Mundial de la Salud (OMS), que sostiene que para lograr una vida sana y promover el bienestar de la población se requieren de inversiones sustantivas y estratégicas en el personal sanitario mundial y de un cambio sustancial en la planificación, la educación, la distribución, la fidelización, la gestión y la remuneración del personal sanitario.

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“Para que el prometedor sector de turismo de salud en nuestro país continúe avanzando, necesitamos que, a la par con el desarrollo e inversión en infraestructura y tecnología modernas, nuestros recursos humanos continúen desarrollándose para hacer frente de forma exitosa a la demanda. En este contexto, es esencial visualizar la estructura de apoyo de los médicos, incluyendo de manera especial lo que se ha convertido en nuestro talón de Aquiles: el personal de soporte, enfermeras y personal técnico y administrativo. Necesitamos facilitar las herramientas y crear las condiciones para elevar la posición del personal de salud asistencial y ofrecer mayor capacidades y empoderamiento a nuestras enfermeras.

“Es imprescindible la actualización constante y elevar la calidad del servicio, que se ve lesionada por el pluriempleo de este personal, el cansancio físico y la desmotivación. Se precisa revisar el perfil requerido y el proceso de reclutamiento que se utiliza, los sistemas de incentivos y compensación para mejorar la calidad y la productividad. De la misma manera, necesitamos asegurar la retención del personal calificado y estar en la capacidad de captar nuevo talento e internacional.

 

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“Debemos enfocarnos en la capacitación constante, bilingüismo, cumplimiento de normativa local y el logro de acreditaciones internacionales. Resulta importante la implementación y uso de sistemas adecuados de evaluación de competencias y desempeño que midan el cumplimiento de los objetivos asignados al personal. Estos hitos pueden aportar a generar una cultura de calidad y mejora continua que se traducirá en mejores indicadores de salud.

“El trabajo conjunto del sector salud y educación son esenciales para una planificación efectiva. Es un binomio poderoso que trabajando de forma integrada impactará de forma significativa el desempeño y la percepción de nuestros servicios de salud. Es más que un llamado al diálogo, se requiere de un trabajo coordinado y de alta prioridad.

“Los diferentes actores de ambos sectores, incluyendo centros de salud, gremios, asociaciones, instituciones educativas y Gobierno, necesitan fortalecer cada vez más la coordinación y alinear objetivos.

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“Ha sido un año de mucho ruido, acuerdos y opiniones encontradas, que pese a las muy buenas intenciones que pudieran existir, contribuyen al desenfoque de las prioridades, ralentizando el proceso de avance en un sector tan sensitivo y exigente.

“Estas son algunas puntualizaciones, pero el abanico es amplio y la necesidad de actuar es imperante con relación a nuestros recursos más importantes para asegurar un servicio sanitario de calidad. “Contamos con estudios y recomendaciones muy útiles que parten de la OMS y del Observatorio de Recursos Humanos en salud en Representación de la OPS/OMS en Rep. Dominicana que nos sirven como punto de apoyo para abocarnos a un proceso de transformación.

“En síntesis, es fundamental crear una cultura de calidad que trascienda lo personal, institucional y gubernamental, visualizando una gran oportunidad mediante fuertes alianzas público-privadas que pongan como centro el bienestar de los pacientes”.