Santo Domingo. – El sistema de salud cde República Dominicana se mantuvo, en cierta manera, estático.
Es lo que opina la Sociedad Dominicana de Geriatría, en su análisis de este año para nuestra serie de entrevistas Balance 2023: sector salud analiza este año.
“No puedo enumerar qué cambió en cuanto a su protocolo de actuación”, puntualiza la doctora Alexandra Castillo, presidenta de la entidad.
Agrega que hubo novedades incidentales con las exigencias del Colegio Médico Dominicano (CMD), pero entiende que esto no logró influir para que generara algún avance en el sistema de salud.
Ahora bien –agrega-, sobre los retos de nuestro sistema para el 2024, hay mucho por hacer, “lamentablemente nuestro sistema aun trabaja desde el enfoque curativo y no desde el preventivo que es el que da más resultados no sólo en la salud individual sino también en el punto costo-efectivo”.
Exclama que una población que se enferma menos le cuesta menos al Estado.
“Y circunscribiéndome al área que me compete (geriatría), desde el punto de vista de la salud, para la población envejeciente necesitamos que las autoridades escuchen lo que hace años venimos advirtiendo sobre el cambio demográfico”.
Dice que el país está transitando lo que es un “bono demográfico”, “que aún no vemos de forma evidente el cambio demográfico que a nivel mundial viene sucediendo”.
Sin embargo, comentó que, en el último reporte del programa de la Organización Mundial de la Salud sobre la década del envejecimiento saludable, reportaba que este bono es de 5 años.
“Asimismo, vemos cómo en el reporte preliminar del censo realizado por la Oficina Nacional de Estadísticas (ONE) reportaba que para el 2022 la población mayor de 60 años sumaba el 10.3 por ciento del total de la población y proyecta que para el 2025 (si, en menos de dos años), el rango de edad de más de 60 años”.
Puntualiza que esto sumará 1,360,000 adultos y del rango mayor de 70 años sumará casi 600,000 personas.
“Ante esta evidencia, debería nuestro sistema estar enfocado en adoptar las medidas necesarias para acoger a esta creciente población, debería trabajar en incluir dentro de su catálogo de prestaciones, la del especialista del adulto mayor”.
Precisa que, a pesar de tener desde el año 2006 dos escuelas (de formación de la especialidad) en el país, no existe la plaza para el geriatra.
“(el Estado) Debería tener dentro de sus hospitales áreas específicas para el adulto mayor como lo hay en países incluso de la zona”.
Observa que eso significa tener unidades geriátricas.
También, trabajar en fomentar la capacitación de las áreas afines a este grupo etario, como lo son geronto enfermeras, odonto geriatras, psico geriatras.
Esto, para poder dar respuesta a los problemas de salud que muchas veces acompañan a este grupo de edad.
“Y más que todo, debería enfocarse en trabajar en primer lugar el envejecimiento saludable para lograr la parte preventiva efectiva”.