La ministra, doctora Altagracia Guzmán, lleva un mensaje de aliento a médicos, enfermeras y personal técnico de salud de la nómina del Ministerio de Salud Pública. Y eso lo ha garantizado en varias ocasiones.
El 85 por ciento del personal del Ministerio de Salud pasará al Servicio Nacional de Salud (SNS) a partir del próximo 1 un de enero, pero tienen asegurada su plaza de trabajo, pues no serán cancelados, salvo que cometan faltas graves en el desempeño de sus funciones.
Esa fue la buena nueva dada por la ministra de Salud, Altagracia Guzmán Marcelino a cientos de empleados durante un encuentro que le organizó el pasado viernes, indica una nota de prensa de Salud Pública.
A propósito de la ocasión festiva y de confraternidad para despedir el año, la doctora Altagracia Guzmán Marcelino explicó a los congregados en la explanada frontal del edificio sede del Ministerio que “el traspaso del personal del al SNS se hará previo acuerdo para que se mantenga el respeto a la dignidad de los trabajadores del sector; y garantizó que nadie será cancelado de su trabajo, a menos que cometa alguna falta que justifique su desvinculación”.
También proclamó que “ha llegado la hora de elevar la imagen de la institución mediante un desempeño enfocado hacia alcanzar la excelencia y humanización de los servicios que el Ministerio está en el deber de garantizar a la ciudadanía”.
Explicó que a partir del 1 de enero el Servicio Nacional de Salud (SNS) asumirá la nómina y la responsabilidad de los servicios, por lo que un gran número, alrededor del 85 por ciento de empleados y empleadas del nivel central pasará a formar parte del organismo que gestionará la red de hospitales públicos.
“Ha llegado el momento de que el Ministerio de Salud tome su rol rector y de que con su desempeño el personal se empodere y asuma el compromiso de elevar la imagen de esta institución; que trabajemos juntos para garantizar equidad en los servicios de salud y evitar atender aspectos negativos que no contribuyen al fortalecimiento institucional”, expresó.
Dijo que el año que finaliza fue un año de muchas dificultades para el sector salud, por lo que fue necesario tomar decisiones fuertes, pero que es necesario juntar voluntades para que en 2016 resplandezca.
A partir del primero de enero, la separación de funciones en que el Ministerio asume el rol de sector salud, conductor y regulador, mientras el Servicio Nacional de Salud se encargará de gestionar los servicios en los hospitales.