Santo Domingo.- La diputada de la bancada dominicana ante el Parlamento Centroamericano (PARLACEN), sometió una iniciativa de recomendación que busca establecer en los países que conforman el Sistema de la Integración Centroamericana (SICA) la creación de la “Farmacia Verde o Química Verde”.
La iniciativa busca lograr la reducción del impacto negativo medioambiental de los medicamentos.
Namibia Didiez Ogando explicó que la Farmacia Verde o Química Verde promueve en todo el ciclo de vida del medicamento, como producción, consumo y manejo de los residuos, “la máxima sensibilidad y respeto al medio ambiente en aras de cumplir con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS)”.
Explicó que lo más recomendable “es focalizarnos en el aspecto social y ético, trabajando en el uso racional de los medicamentos desde el origen, para que menos residuos lleguen a nuestros ecosistemas y depuradoras, y reducir el grado de contaminación por el uso de productos sintéticos a nivel mundial”.
Recomendó la creación de campañas de promoción y concientización en el uso racional de los medicamentos, producción y consumo responsable “y la importancia del desarrollo sostenible en la población”.
“Igualmente, promover en nuestros países, el diseño de un plan de producción de fármacos, que sean sustentables y amigables para el medio ambiente dando preferencia a los fabricantes que respetan las directrices medioambientales”, agregó.
La doctora Didiez Ogando, quien es médico especialista en medicina interna e infectología, dijo en ese sentido, que la gran mayoría de consumidores no tiene el conocimiento de las consecuencias ambientales e impacto en la salud pública que conlleva la eliminación inadecuada de estos productos.
Señaló que en muchos países del mundo, incluyendo los de la región de Centroamérica y la República Dominicana, no cuentan con un “Plan Estratégico” para el saneamiento y manejo de aguas residuales, o una fuerte legislación o marco normativo para regular la contaminación de los desechos farmacéuticos, “así como tampoco se ha tomado en consideración, la necesidad de efectuar mediciones sobre las concentraciones de medicamentos en los ecosistemas y menos se ha planteado, el control de estas sustancias en las aguas residuales”.
Sugirió asimismo, impulsar la creación de estrategias para la “recolección y disposición” de los desechos de los medicamentos, con un plan de orientación a la población en general con campañas de comunicación, “para que los fármacos caducados o no usados, los envases vacíos y sus prospectos, no sean arrojados a los zafacones de basura normal, o los dispositivos de desagüe de los hogares, sino, que se utilicen contenedores especiales, situados en las farmacias como punto idóneo para su correcto reciclaje”.
Entiende que para ello es necesario fomentar la creación de lugares de acopio de medicamentos que ya no serían utilizados, “puesto que, a diferencia de otros productos, los fármacos no deben ser tirados al cubo de la basura”.
La doctora Didiez Ogando también planteó en su iniciativa fortalecer los programas de eliminación de residuos o desechos de medicamentos, “modernizando y actualizando los protocolos y métodos de depuración del agua, ya que actualmente solo se elimina el 40% de estos residuos”.