Santo Domingo. – En marzo se conmemora el Mes de la Lucha contra el Cáncer de Colon. Aunque la prevención hace la diferencia, los pacientes con cáncer colorrectal año tras año van en aumento.
Como ocurre con la mayoría de las enfermedades, en República Dominicana no se cuenta con estadísticas que indiquen el número de enfermos que hay o que fallece anualmente por esta condición.
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Las autoridades dominicanas de salud no manejan cifras de cuántas personas cada año son diagnosticadas con la enfermedad; sin embargo, las últimas estadísticas publicadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS) señalan que para el 2018, al menos mil 489 dominicanos fueron diagnosticados.
La presidenta de la Sociedad Dominicana de Gastroenterología, Marlene Pérez, quien es gastroenteróloga, endoscopista y hepatóloga, detalló que el cáncer de colon ocupa el tercer lugar de cánceres a nivel mundial.
Destacó que el 90 por ciento de los casos son altamente prevenibles si se detecta a tiempo, por lo que destaca la importancia de las terapias de prevención.
En España, la Sociedad Española de Oncología Médica que estima que se diagnosticarán 44 mil 231 casos nuevos de esta enfermedad en el 2020 y llegará a ser el segundo cáncer más mortal en ese país, con 11 mil 265 muertes en el año 2018.
Según la Sociedad Estadounidense Contra el Cáncer (American Cancer Society, ACS), para el 2020 al menos 145,600 adultos en los Estados Unidos sufrirán la patología.
Esa entidad maneja la cifra de 51 mil 20 muertes que pudieran ocasionar la enfermedad (27,640 hombres y 23,380 mujeres) durante el presente año.
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La enfermedad se origina en el colon o el recto, por lo que también se les puede llamar cáncer de colon o cáncer de recto, dependiendo del lugar donde se originen.
No importa la raza, edad o sexo, los pólipos benignos pueden hacer presencia en el revestimiento del intestino grueso y lentamente ir convirtiendo en cáncer. Sin embargo, especialistas aseguran que el riesgo de desarrollarlo aumenta después de los 50 años.
La gastroenteróloga Lucia Bayona explica que los síntomas de la enfermedad en su etapa temprana son tan imperceptibles que los pacientes no logran detectar a tiempo la anomalía.
“Los síntomas iniciales, no existe realmente, por eso lo que se hace es prevención. El cáncer colorrectal en su etapa inicial no da síntomas”, destacó.
Dentro de las señales que pueden indicar a una persona estar sufriendo esta patología, están la pérdida de peso sin razón alguna, dolores o calambres abdominales, heces más delgadas de lo normal, diarrea o estreñimiento y sangre en las heces.
Este tipo de cáncer puede desarrollarse si el estilo de vida de una persona está basado en una dieta alta en grasas, el tabaquismo, si tiene pólipos en el colon, colitis ulcerativa o la enfermedad de Crohn o si posee antecedentes familiares de cáncer colorrectal.
Para descartar ser un número más de la larga lista de personas con cáncer colorrectal, es necesario mantener un peso saludable, acompañado de una dieta sana rica en fibras donde las frutas, vegetales y cereales sean la prioridad.
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Otras de las medidas preventivas incluyen la realización anual del estudio de sangre oculta en heces, la colonoscopia a partir de los 45 años, eliminar por completo el tabaquismo y llevar una vida donde la actividad física sea rutina diaria.
Día a día especialistas conjuntamente con los avances tecnológicos brindan nuevas oportunidades a los pacientes a los que se les diagnostica esta enfermedad.
Informaciones aprobadas por la American Society of Clinical Oncology (ASCO), los investigadores están desarrollando pruebas para analizar muestras de materia fecal destinadas a detectar cambios genéticos asociados con el cáncer colorrectal.
Los artículos destacan que en los últimos años los investigadores han descubierto una clase de fármacos que actúan en el modo en que las células tumorales evitan el sistema inmunitario. Estos fármacos se denominan inhibidores de puntos de control.
Actualmente, se están realizando ensayos clínicos con el objetivo de encontrar mejores formas de reducir los síntomas y los efectos secundarios de los tratamientos actuales para el cáncer colorrectal, a fin de mejorar el bienestar y la calidad de vida de los pacientes.
Por Dayana Rodríguez
resumendesalud@gmail.com
