Cáncer de mama, embarazo y complicaciones

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Santo Domingo.- El cáncer de mama es una enfermedad más que de alto costo de altas complicaciones, pero cuando se detecta durante la gestión los riesgos aumentan y se reducen las posibilidades de tratamientos alternos.

El doctor Jorge Castilla Tarra del Centro Hospitalario Serena del Mar, Cartagena, Colombia, afirmó que la asociación cáncer de mama y embarazo requiere de un equipo multidisciplinario y obliga a retardar la aplicación de tratamientos.

Recordó que el cáncer de mama es la patología más frecuente en la mujer, pero que en embarazada es muy complejo porque hay que tratar tanto a la madre como al feto

Destacó que el equipo no es importante el oncólogo clínico, cirujano oncólogo, psicólogo, psiquiatra, ginecólogos y no puede faltar el médico materno fetal que debe ver a la paciente semanalmente.

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Durante su disertación en el III Congreso Virtual Lacort Medical Colombia “Cáncer en la mujer”, donde se abordaron los últimos avances en oncología y radioterapia, dijo que en un cáncer de mama o cualquier muchas veces se pierde tiempo para iniciar el tratamiento por razones del sistema de salud, de los prestadores, de las asegurados y los propios pacientes, pero mientras más se tarde se inicia el tratamiento más impacta negativamente sobre el pronostico y su desenlace de vida “progresión de la enfermedad y la sobrevivencia”.

Dijo que normalmente en las embarazadas con cáncer se pierden hasta siete meses, lo que tiene un impacto negativo, por lo que recomendó aprovechar este tiempo para hacer los análisis y procedimientos previos al tratamiento de elección.

Afirmó que es determinante que la mujer que este embarazada se haga su citología vaginal y el examen de la mama. El cáncer de mama es la patología más frecuente en mujeres de 32 a 38 años. Supera el cáncer de próstata y tres veces al de cérvix.

Recordó que los tratamientos van orientado a preservar el embarazo, mantener la fertilidad, mantener la función ovárica y prevenir la metástasis.

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En cuanto a los tratamientos de elección, recordó que son cirugía, quimioterapia y radioterapia, pero esta última esta contraindicada en el embarazo, ya que por su alta dosis de radiación daña al feto.

Mientras que la quimioterapia, según explicó tiene un impacto a nivel corporal y otro sobre el feto, “entonces siempre hay que tomar en cuenta que todo lo que se va a hacer va a tener un efeto colateral”.

En cuanto a los riesgos de esta terapia dijo que no aumenta la malformación, pero si el parto pretérmino, aborto pretérmino, retardo en el crecimiento intrauterino, bajo peso al nacer y preeclampsia.

Aseguró que, la quimioterapia esta contraindicada en el primer trimestre, por lo que es remendable iniciarla con seguridad por encima de la semana 14. Tiene un riesgo de aborto y malformación de un 14 a un 20 el cual baja a 2 por ciento a partir del segundo trimestre de gestación.

“Para el tercer trimestre hay que evitar la quimioterapia tres o cuatro semanas antes del parto, para evitar la miedosupresión, hemorragias post parto y los riesgos infecciosos que se asocian a esto cuando la paciente vaya a dar a luz”.

Recordó que, en la quimioterapia, también hay que ver la paciente semanal o cada 15 días para evaluar la respuesta, si el tumor va disminuyendo y si se presenta una progresión o si se decide la cirugía de rescate.

En la cirugía, dijo que se puede hacer con seguridad la mastectomía, mientras que la cirugía conservadora como va acompañada de radioterapia se puede hacer, pero la radioterapia se debe posponer hasta que termine el embarazo.

Dijo que los riesgos de esta son que aumenta el volumen sanguíneo, hay problemas de hipercoagulación, desplazamiento gástrico más lento y todos los problemas que son normal en la mujer embarazada “que hay tomarlos en cuenta para la anestesia general y que puede aumentar el riesgo de tromboembolismo venoso profundo”.

Cirujano oncólogo advirtió que la terminación del embarazo no mejora el pronóstico y es importante hacerlo saber a la paciente, porque si ya hay compromiso ganglionar el pronóstico va a ser igual embarazada o no.

En cuanto a la fertilidad en un 30 a 40 por ciento de casos los medicamentos producen falla ovárica, por lo que se recomienda que la paciente previamente tenga una consulta previa al tratamiento.

Posterior a la culminación del embarazo, no se debe embarazar nuevamente en mínimo dos años, idealmente cinco, ya que un nuevo embarazo impacta en el tratamiento de la paciente.

Por Gabriela Mora

resumendesalud@gmail.com