El cáncer de mama es la neoplasia más frecuente en mujeres a nivel mundial. Según datos de la OPS, en el continente americano la mortalidad por cáncer en mujeres cerró el 2020 con más de 1,4 millones de muertes, de las cuales el 25% fue debido a cáncer de mama.
Esta es una clara señal del impacto que causa esta enfermedad en la salud de la población, aunado al hecho que afecta a mujeres y hombres de todas las edades, incluso en su etapa productiva, lo cual se traduce también en un importante efecto económico, social y en los sistemas de salud.
Es bien sabido que el cáncer de mama tiene factores predisponentes como la herencia, el hábito de fumar, desequilibrios hormonales además de la susceptibilidad de cada individuo.
No obstante, existen factores como la exposición a ciertas sustancias químicas que muchas veces son subestimados y es propicia la oportunidad en el marco del mes de la prevención del cáncer mama para conocer estos agentes. A continuación, mencionamos algunas sustancias que pueden predisponer al desarrollo de cáncer de mama.
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El benceno, compuesto derivado del petróleo, con muchos usos a nivel industrial como solvente, desengrasante, también es uno de los componentes de la gasolina. El cloroetileno, otro solvente con uso en la industria metalúrgica, también como intermediario en la fabricación de pesticidas.
Otros solventes como alcoholes, ésteres, cetonas, etilenglicol, usados en la fabricación de pinturas, tintas, cosméticos y detergentes y el insecticida DDT también han sido relacionados a la aparición del cáncer de mama.
Esta información nos permite identificar ciertos oficios en los que ocurre exposición a esos productos: fumigadores, granjeros, jardineros, preparadores de papel, imprentas, mecánicos, pintores, talleres de pintura automotriz, estaciones de gasolina, entre otros. La mayoría son trabajos desempeñados por hombres, por lo que cobra mayor importancia la concientización de la población masculina sobre la posibilidad de desarrollar cáncer de mama y romper el paradigma existente en cuanto a que solo afecta a mujeres.
Las medidas preventivas desde una perspectiva toxicológica van principalmente dirigidas a la utilización de equipos de protección personal adecuados en los trabajos que implican exposición a agentes cancerígenos, evitar el cigarrillo y practicar el autoexamen de mama al menos una vez al mes a partir de los 20 años de edad.
En la medida que todos conozcan los elementos que afectan su salud y le predisponen a desarrollar enfermedades graves como el cáncer, podremos disminuir muchas muertes y secuelas, mejorando la calidad de vida de la población.
Por Dr Jesús Boadas,
Toxicólogo Clínico
