San José.- Costa Rica registra actualmente una tasa de contagio de SARS-CoV-2 de 1,15 nuevas infecciones por cada caso confirmado del virus. Es decir por cada 100 personas que se diagnostican enfermas, otras 115 terminan infectándose posteriormente.
La tasa se encuentra estable, osciló entre el 1,1 y 1,2 en el mes de agosto, y de mantenerse por un mes más pondría en riesgo de saturación las capacidades hospitalarias del país, según proyectó este miércoles el Centro Centroamericano de Población (CCP) de la Universidad de Costa Rica (UCR), en su análisis más reciente sobre la dispersión del virus en el país.
La entidad determinó que la tasa más actualizada era de 1,15, hasta el jueves 27 de agosto, fecha de cierre, tomando en cuenta un promedio de seis días entre el momento del contagio y el reporte efectivo de laboratorio.
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La tasa de contagio, conocida como tasa R, sirve para determinar los niveles de reproducción del un brote epidemiológico.
«Una tasa R = 1 significa que cada generación de casos es reemplazada por otra de igual tamaño, es decir que la cantidad de individuos infectados no aumenta ni disminuye en el tiempo y el brote se encuentra estacionario. Si R es menor que la unidad, la epidemia está en camino de extinguirse, pero si es mayor que 1 hay proliferación, la cual será de tipo exponencial a menos que se haga algo para contenerla» ha explicado el CCP en sus estudios.
El Centro universitario había registrado una tendencia a la baja de la tasa a finales de julio, cuando el indicador cayó apenas por encima del 1, después de haber estado por encima de 1,8 a finales de junio.
No obstante, la caída se detuvo. En aquel entonces, la reducción coincidió con las órdenes de utilización de mascarillas en lugares públicos y con otras restricciones de movilidad y agrupamiento social. En agosto, cuando se tomaron medidas de restricción (pero menos fuertes) la tasa se mantuvo en niveles estables.
«Aunque no es posible establecer de manera inequívoca una relación de causa-efecto, la coincidencia es muy sugestiva de que estas intervenciones tuvieron un impacto».
«En contraste, la persistencia de la tasa R por encima de 1,1 en agosto, sugiere que la nueva ola de restricciones (martillo) iniciada el 8 de agosto no tuvo el impacto deseado», indica el análisis.
