Científicos e investigadores buscan fórmula para la vida eterna

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HFoto_después_de_la_muerte.jpgoy, por increíble que parezca, la delgada línea entre la vida y la muerte es desafiada por la ciencia.

Sam Parnia, científico graduado en el Reino Unido y doctorado en biología molecular, asegura haber encontrado la fórmula para resucitar a una persona que clínicamente ha sido declarada muerta.

Parnia es profesor asistente de medicina de cuidados críticos en la Universidad Estatal de Nueva York, donde dirige el proyecto de investigación «Resucitación» (Resuscitation Research) y es miembro de la unidad de medicina pulmonar y cuidados críticos de la Universidad de Cornell en Nueva York.

Es conocido por ser un destacado experto en la investigación de las experiencias cercanas a la muerte. Fundó el Grupo de Investigación de la Conciencia (Consciousness Research Group), y es presidente de la Fundación para la Investigación Horizonte (Horizon Research Foundation).

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Sam Parnia | Autores | www.esferalibros.com

El médico describe a detalle en su libro titulado “El efecto Lázaro”, la metodología científica para devolver a los muertos la vida.

“Ahora sabemos que recién cuando una persona se convierte en cadáver que sus células comienzan a morir, el cuerpo muere, pero si manipulamos bien esos procesos podemos hacer que el corazón vuelva a funcionar y traerlo a la vida”.

El procedimiento de resurrección consiste en inyectar una sustancia de gel al cuerpo del fallecido. Misma que a través de catéteres llega a las arterias con lo cual se baja la temperatura corporal de 37º a 32º.

Después se conecta a la persona a un oxigenador y esto activa la circulación y oxigenación de la sangre. Así la actividad metabólica de las células se reduce, evitando su muerte.

San Parnie asegura que esta tecnología permite resucitar a las personas hasta siete horas después que su corazón haya dejado de latir. Si implementamos bien este método, las personas pueden volver a la vida sin ningún daño cerebral”.

Explica que han estudiado la mente humana en el contexto de la muerte para entender si la conciencia se aniquila o continúa después de que la persona haya muerto; y la relación que tiene esto con lo que sucede dentro del cerebro en tiempo real.

Aunque la mayoría de los participantes reconoció que no podía recordar con claridad, un 39% pudo describir una “percepción de conciencia” y un pequeño porcentaje fue capaz de describir las conversaciones y situaciones de la habitación del hospital. Lo más relevante (e inquietante también) es que esos recuerdos han sido verificados por el personal que estaba presente en ese momento exacto, según asegura Parnia.

Por Héctor García

resumendesalud@gmail.com