San José.- Unas seis mil personas en condición de refugiadas podrán acceder a los servicios de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) para tratar sus enfermedades y también para sus consultas -en caso de maternidad- gracias a un convenio de esa institución con el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (Acnur).
Un reglamento es el que le permitirá a la CCSS recibir los recursos de Acnur para financiar esta forma de aseguramiento.
“Lo que se pretende es que con el financiamiento de Acnur se logre el aseguramiento de una población -que se ha estimado en 6 mil personas-, a través de la figura del asegurado voluntario y que, de esta manera, tengan acceso a los servicios de salud de la institución por un plazo de 12 meses, disminuyendo así su vulnerabilidad en esta etapa en la que se encuentran en el país”, comentó Luis Diego Calderón, gerente financiero de la CCSS.
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En cuanto a dinero, se partirá de una base de ¢350 mil para calcular el monto por el cual cada refugiado será asegurado.
Con esta medida, Costa Rica cumpliría con lo establecido en la 72º Asamblea General de la Salud en Ginebra del pasado 27 de mayo.
Allí los estados miembros acordaron un plan de acción mundial de cinco años para promover la salud de los refugiados y los migrantes, el cual se enfoca en lograr la cobertura de salud universal y el más alto nivel de salud posible para estas personas y las poblaciones que los reciben.
Según Acnur, Costa Rica es el país centroamericano que más recibe refugiados.
Entre los solicitantes de asilo se encuentran estudiantes, antiguos funcionarios, líderes de la oposición, periodistas, médicos, defensores de derechos humanos y agricultores.
Los refugiados residen principalmente en zonas urbanas y la mayoría está en una “situación prolongada”; es decir, tiene más de diez años de haber tocado suelo tico.
El trato que le da Costa Rica a esta población y a los migrantes fue elogiado por expertos internacionales que visitaron en junio el país.
“No existe mejor lugar para atender el migrante que Costa Rica. En caso de México, el país no cuenta con una hospitalidad como la costarricense, pese a que los flujos migratorios en ese país norteamericano son grandes”, destacó Renato González, de la Conferencia Interamericana de Seguridad Social.
