Les dejamos íntegro el comunicado de las sociedades dominicanas de Pediatría y Gastroenterología, en el que ambas entidades defienden la actuación de la gastroenteróloga pediatra Isaura Cornelio en el caso de un menor de edad, cuyo caso está siendo difundido por un noticiario de televisión:
Comunicado de la Sociedad Dominicana de Pediatría y la Sociedad Dominicana de Gastroenterología sobre el uso del Polietilenglicol (MIRALAX) en pediatría
Ha sido difundido un reportaje producido por un noticiario de televisión, cuyo video ha sido reproducido en las redes sociales, que intenta relacionar al Miralax (polietilenglicol) con la aparición de síntomas neurológicos en un niño de 2 años y medio tratado por estreñimiento crónico, arguyendo que dicho medicamento no está aprobado en pediatría y asociando a su uso la aparición de dichos síntomas, acusando de mala práctica al médico que lo prescribió.
Ante estas informaciones negativas que dañan la reputación de la pediatra y gastroenteróloga Dra. Isaura Cornelio, la Sociedad Dominicana de Pediatría y la Sociedad Dominicana de Gastroenterología queremos hacer algunas precisiones con miras a defender el buen ejercicio profesional de la Dra. Cornelio, quien es miembro de nuestras entidades:
La doctora Isaura Cornelio tiene un desempeño médico ético del ejercicio, apegado a los protocolos que rigen nuestras especialidades y las terapias aprobadas por órganos nacionales, de Estados Unidos, Europa, Latino-América y otras zonas del mundo con peso científico.
El polietilenglicol (comercializado como Miralax) indicado en el caso mencionado, es un medicamento de venta libre en Estados Unidos y Europa (se puede comprar sin prescripción en cualquier establecimiento de libre acceso), por su escasa absorción y seguridad farmacológica.
Es recomendado como tratamiento de elección y de primera instancia para el estreñimiento, tanto en los consensos actuales (2014) de constipación en niños realizados por la Sociedad Europea de Gastroenterología Pediátrica y la Sociedad Americana de Gastroenterología Pediátrica (ESPGHAN y NASPGHAN), así como en los principales libros de texto de gastroenterología pediátrica en sus últimas ediciones.
Además, hay estudios internacionales (aproximadamente 250), revisiones y editoriales de las principales revistas científicas pediátricas gastroenterológicas que apoyan su uso en niños, al ser el mejor tratamiento en sus análisis. Ninguna de estas fuentes que muestran estudios con poblaciones grandes de niños describe efectos neurológicos secundarios.
Por lo tanto, queremos apoyar como Sociedades especializadas, tanto la práctica de la Dra. Cornelio por el uso de este medicamento, así como exhortar a los padres que se encuentran usando dicho tratamiento que no existen actualmente contraindicaciones para su uso en pediatría, pudiendo continuar dicha medicación de manera regular con un seguimiento médico adecuado.
De existir síntomas neurológicos, se deberá pensar antes en otras enfermedades que los produzcan y deberán ser evaluados por un especialista.
Santo Domingo, D.N.